Lo confirmó la ministra Bullrich tras la detención del presunto autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez. “Pagó 50 mil dólares para que les hicieran el raspaje de todos sus dedos”, detalló
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, confirmó este domingo que al momento de ser detenido, Ibar Esteban Pérez Corradi «se había borrado todas las huellas de los dedos de sus manos» para evitar ser identificado.
En una conferencia de prensa donde dio detalles de la detención y del futuro inmediato del detenido por el triple crimen de General Rodríguez, la funcionaria macrista abonó la información que había brindado más temprano el gobierno paraguayo.
“Todos los dedos de las manos se los había borrado. Pagó 50 mil dólares para que le hicieran el raspaje de todas sus huellas digitales, con el objetivo de borrar su identidad”, precisó Bullrich.
Por ello, consideró que “su decisión no era no presentarse –ante la Justicia–, como decía, sino vivir en la clandestinidad”, ya que además, “vivía con otro nombre” y tenía documentos que lo identificaban como “Álvarez Molina”, señaló.
El ministro del Interior de Paraguay, Francisco de Vargas, dijo por la mañana que se investigaba si Pérez Corradi, detenido en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, se había borrado las huellas digitales para evitar ser identificado.
Respecto a la detención, confirmó que hubo un trabajo previo de «inteligencia desplegado por la Policía Nacional de Paraguay y la Policía civil de Brasil» hasta que se concretó la detención en Foz de Iguazú, fronteriza con Ciudad de Este.
«Una vez que se declaró la entrada ilegal (a Brasil) se produce su expulsión y entrega a las autoridades paraguayas porque se le sigue un juicio por producción de documentos no auténticos, una falsificación de pasaportes para evadir la Justicia de nuestro país», aseguró el ministro.
El funcionario agregó que Pérez Corradi (38) fue trasladado en avioneta a la ciudad de Asunción bajo «estrictas medidas de seguridad» y que permanecerá en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional alojado en una «celda privada».
«Somos conscientes de la sensibilidad de su seguridad así que puedo asegurar que vamos a estar a la altura de las circunstancias», añadió.