«Fue un consejo como abogada», dijo la Dra. Gabriela Contepomi sobre las escuchas telefónicas que la implican pero pidió también «investigar el accionar de los fiscales» que la mantenían al tanto de todos los movimientos previos a la detención del sacerdote. También despegó al Obispo del hecho.
La abogada del Obispado Gabriela Contepomi aclaró que si bien ella no es abogada penalista su comunicación con el sacerdote «fue un consejo de abogada» y que en realidad «es lo que haría cualquier abogado ante su cliente».
En este sentido Contepomi dijo que está dispuesta a ser investigada pero pide que también se investigue el accionar de los fiscales que ante cualquier medida que iban a realizar la convocaban y la ponían al tanto de toda la investigación.
«Esto es indebido y no se si no amerita una denuncia», dijo la abogada haciendo referencia a la forma de actuar «con privilegios» por parte de los fiscales hacia el sacerdote Néstor Monzón y aclaró que ella les dijo que «actúen como deban actuar».
Contepomi reconoció todo lo que se reveló de las escuchas pero también dijo que «hay una parte que no sacaron y que es cuando le digo ‘impunidad acá no’, porque todos queremos que se sepa la verdad. Si me preguntás a mi de entrada me pongo del lado de la familia, esto es un desastre».
Los fiscales tienen en su poder dos comunicaciones con un total de unos 9 minutos donde, además de borrar las posibles pruebas, la abogada además le recomienda «hacerse el sorprendido» cuando lo convoque la justicia y le cuentan que su abogado será Ricardo Degoumois «porque un abogado de Santa Fe sería muy costoso». También se le cuenta que se había pensado en el abogado Andrés Ghío pero que al estar referenciado como «defensor de abusadores» sería una confesión de hecho y que por eso se lo conseguiría a Degoumois y que el Obispado se haría cargo completamente de los costos que significan los honorarios de uno de los estudios jurídicos penalistas más costosos de la provincia.