Al conocerse la resolución del Juez Gonzalo Basualdo la tensión fue en aumento y en la vereda los familiares de la víctima y del sacerdote se trenzaron en insultos y por poco se van a las manos.
Pese a la presencia policial y de los medios de comunicación los familiares de la víctima y del sacerdote mantuvieron un serio incidente, producto de una virulencia en aumento que está habiendo en este caso entre las partes. Tanto es así que los familiares sufren habitualmente insultos de fanáticos religiosos.
El Fiscal Rubén Martínez, al ver lo ocurrido, aprovechó para destacar que esto es «evidentemente parte del entorpecimiento probatorio», haciendo referencia a lo que genera el sacerdote en un grupo de la población.
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