Es con el objetivo de convocar a los diferentes eslabones de la cadena de la carne a tomar parte en el debate de un nuevo sistema de tipificación de reses y calidad de carne.
El Ministerio de Agroindustria de la Nación –a través de la Subsecretaría de Ganadería, que conduce Rodrigo Troncoso–, junto con el INTA y el Foro Argentino de Genética Bovina (FAGB) presentaron una propuesta de modificación del sistema que se emplea para tipificar las reses y la carne, durante la 9ª Jornada de Actualización en Genética Bovina, en la Exposición Rural de Palermo. Está centrada en generar información sobre parámetros de calidad objetivos del producto y permitiría incrementar hasta un 40 % la producción.
Con el objetivo de convocar a los diferentes eslabones de la cadena de la carne a tomar parte en el debate de un nuevo sistema de tipificación de reses y calidad de carne, surgido por iniciativa del Ministerio de Agroindustria de la Nación, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y el Foro Argentino de Genética Bovina, la propuesta elaborada por la Subsecretaría de Ganadería y el INTA fue presentada este viernes durante la 9ª Jornada de Actualización en Genética Bovina, en la Exposición Rural de Palermo.
«Hoy les presentaron un trabajo que estamos desarrollando con el INTA en lo que podría ser un nuevo sistema de tipificación de carnes, que está relacionado con la calidad», señaló Troncoso. «Porque entendemos que, a todo el esfuerzo que se hace en la Argentina, desde una selección genómica para un determinado producto, un sistema de producción o un interés productivo, nos está faltando poder ir al final del proceso de producción y la industria», precisó.
«Queremos generar un sistema de información, a todos aquellos que quieran utilizarlo, de parámetros de calidad objetivos de la carne, porque creemos que la única manera de seguir mejorando y creciendo es tener la información», manifestó.
Amadeo Nicora, presidente del INTA, contó la necesidad de avanzar conjuntamente, el estado y los privados: «Las instituciones públicas, en articulación, tenemos que ponernos a trabajar fuertemente con el sector privado para producir las sinergias necesarias para que estos conocimientos vayan rápidamente al sector productivo».
Con respecto al sistema de tipificación de reses y carne vigente en la Argentina, Aníbal Pordomingo, coordinador del Programa Nacional de Producción Animal del INTA, consideró que «no ha sido de utilidad para valorar objetivamente por calidad, ni para educar al consumidor sobre las características de la carne emergente de los sistemas de producción actuales».
Como consecuencia de un sistema que califica a los bovinos según el grado de engrasamiento, la categoría animal y la conformación, el negocio de la carne se fue hacia reses más chicas. «Estamos faenando animales muy pequeños en edad pero, a su vez, de muy bajo peso y pretendiendo vender la calidad a través de una categoría muy joven», manifestó.
Según el especialista, esos parámetros están contextualizados «en un sistema pastoril, donde la energía está condicionada por la calidad del pasto». En cambio, en los planteos que actualmente se encuentran en expansión, «con mayor uso de grano y mayor intensificación, no necesariamente estas correlaciones son reales», indicó.
Como la tipificación actual no premia al ganadero por producir más por animal, éste se destina a la faena con menor peso. «Podemos producir posiblemente 30 o 40 % más de carne en el país con un sistema que no castigue a animales 100 kilos más pesados en todas las categorías», estimó.
Para la demanda local y externa.
Además de lo que se pierde de generar con el mismo stock, para poder abastecer la demanda interna a futuro el país debería aumentar su producción sustancialmente. «Si uno quiere tener algo de mercado externo y abastecer los 50 a 55 kilos de carne por habitante por año, necesita producir más carne por animal nacido», precisó.
«Prácticamente en el mundo el único que quedó utilizando este tipo de estrategia es la Argentina porque eso hace que seamos bastante ineficientes en la producción global de carne», comentó. «Los de terminación a corral son modelos muy estables porque raramente superan los tres años de edad a faena y son centrales en los negocios de exportación», señaló.
Martín García Fernández, presidente del FAGB, manifestó que la modificación que se está debatiendo debería «lograr transparencia y formalidad en todos los segmentos para que la industria sea competitiva, tanto en mercado interno como externo». Y agregó: «Los productores requieren que el sector frigorífico les señale cuál es el producto más demandado y mejor pago en el mercado, desde tamaño de corte, cobertura, terneza, marmoreo».
Del cierre de la jornada participaron también Jorge Torelli, vicepresidente del IPCVA, y David Lacroze de la Cadena de la carne.