Hay entre un 50 y un 65 por ciento de probabilidades de que el fenómeno meteorológico se produzca antes de ese periodo.
El fenómeno meteorológico de «La Niña» -opuesto a «El Niño», que tuvo efectos devastadores en distintas zonas del mundo entre 2015 y los primeros meses de 2016- se producirá probablemente en el tercer trimestre de este año, pero su intensidad será menor que en ocasiones anteriores, informó la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), según publica Télam.
Según advirtió el organismo, hay entre un 50 y un 65 por ciento de probabilidades de que «La Niña» se produzca antes de los tres últimos meses del año, aunque advirtieron que el fenómeno no tendrá una intensidad comparable a «El Niño» sufrido este año.
«Tenemos que esperar a ver cómo se desarrolla el fenómeno en los próximos meses, ya que aunque el océano está preparado para ‘La Niña’, la atmósfera parece que aún no», dijo en una rueda de prensa el jefe de la División de Servicios y Aplicaciones del Clima Mundial de la OMM, Rupa Kumar Kolli.
Ambos fenómenos meteorológicos son el resultado de las fases opuestas de interacción entre la atmósfera y el océano Pacífico (incremento o bajada de la temperatura del agua) y tienen efectos opuestos en el clima de diferentes lugares del mundo.
Así, mientras que «El Niño» se produce cuando hay un incremento de las temperaturas, lo que tiene diferentes efectos en cada región del mundo, «La Niña» contribuye a una baja de dichas temperaturas.
De modo que aquellas zonas que sufrieron sequías por «El Niño» tienden a registrar precipitaciones por encima de la media con «La Niña», o viceversa.
Históricamente, «El Niño» fue sucedido por «La Niña», especialmente luego de un episodio intenso, aunque no siempre ocurre, según apuntan desde la OMM.
El último fenómeno de «El Niño» que tuvo lugar entre 2015 y 2016 fue el más intenso reportado hasta el momento, lo que contribuyó a que, en el mismo período, las temperaturas hayan sido las mayores registradas a nivel global.
Los primeros seis meses de 2016 fueron los más calurosos de la historia, lo que según la OMM apunta a que será el año más caliente en el planeta pese a los posibles efectos refrescantes de «La Niña».