Dijo que «hay una gran coincidencia» con la reforma política que propone la Nación, pero planteó «muchos interrogantes» sobre el sistema de votación.
El gobernador Miguel Lifschitz dijo que «hay una gran coincidencia» con la reforma política y electoral que propone la Casa Rosada en torno a la implementación de la boleta única, pero «muchos interrogantes» respecto del uso de un sistema electrónico.
Las declaraciones de Lifschitz se dan en pleno debate a nivel nacional sobre cómo se desarrollarán los comicios legislativos nacionales de 2017. Y Santa Fe espera que esa discusión avance para tomar definiciones propias.
Sucede que el año que viene también habrá elecciones de cargos comunales y municipales y la provincia evalúa tres opciones para el sistema de votación que se utilizará. Una alternativa es optar por el voto electrónico con el sistema que propone el gobierno nacional (que es el que ya experimentaron Buenos Aires y Salta), pero Santa Fe no estaría de acuerdo con que el software lo maneje una empresa privada (Magic Software Argentina). La segunda opción con voto electrónico corresponde a un proyecto del diputado socialista Eduardo Dipollina, que propone que el Estado diseñe y controle el software y las máquinas para sufragar. Mientras que la tercera es sostener la boleta única de papel y sumar tecnología para el recuento de votos y la transmisión de datos desde los locales de votación hasta el Centro de Cómputos. Esa decisión está en manos del gobernador.
En los últimos días, el socialista evaluó que «ese aspecto de la reforma (la incorporación del sistema de votación electrónico) merece un debate bastante más profundo» ya que «muchísimos países desarrollados y de sólidas instituciones que tenían sistemas electrónicos los han abandonado porque fueron cuestionados».
«Sobre el sistema de boleta única en general hay una gran coincidencia. Sí hay muchos interrogantes y dudas respecto de la boleta electrónica», aseguró Lifschitz.
Respecto de cómo debería administrarse el sistema en caso de que obtenga aprobación, el gobernador dijo: «Preferiría que eso estuviera en manos del Estado».
«No me niego a la discusión, pero creo que merece darle el tiempo que requiera y escuchar todas las voces», concluyó el socialista.