Desde las últimas semanas la unidad que llevó al justicialismo al poder se está cayendo a pedazos. Comenzó el éxodo luego de una unidad que no duró siquiera un año.
Desde el momento en que el justicialismo anunció la «unidad» para que Enrique Vallejos se convierta en el próximo intendente, la ciudad se comenzó a preguntar «cuánto tiempo» duraría. Las últimas declaraciones de Soledad Zalazar, el boicot a la reunión por el caso del puerto encabezada por Guillermo Romero y el silencio de Enrique Vallejos le dieron punto final a este acuerdo.
Enrique Vallejos, rencoroso si los hay, esperó al momento adecuado para ordenar a los íntimos despegarse de Soledad Zalazar y dejar de lado cualquiera de sus acciones. Vale recordar que la concejal siempre trató de «vago» al por entonces compañero de bancada Vallejos que no se presentaba a trabajar a las comisiones donde se discutían los temas.
Sorpresivamente en 2015 estas dos personas encararon un acuerdo político que llevaría a Vallejos a la intendencia y a Soledad Zalazar a la Secretaría de Obras Públicas o Viviendas para generar una mayor exposición pública que le permitiera pensar luego en su candidatura a Intendente. Pero pasaron las elecciones y comenzaron las diferencias entre Vallejos y Zalazar y la primera discusión pública fue por la presidencia del cuerpo hasta que Vallejos se vio acorralado y ordenó al justicialismo votar por Zalazar para que no se pierda ese puesto clave del concejo.
Las cosas comenzaron a flaquear en lo que se seguía presentando como un acuerdo sólido y duradero. Pero todo se quebró cuando Soledad Zalazar tuvo que reemplazar a Enrique Vallejos en la intendencia por el viaje que se le compró a la CAME para que recorra distintas localidades del viejo continente con la excusa de mejorar el microcentro. Allí Zalazar intentó gobernar la ciudad pero recibió la dura resistencia de varios secretarios que responden directamente a Guillermo Romero.
Romero boicoteó las reuniones de gabinete y hasta los comunicados de prensa que Zalazar quería que se emitieran. Esta puja por el poder dejó indignada a Zalazar que hizo pública la situación aunque hasta ese momento guardó silencio sobre los funcionarios que le habían complicado los 15 días de gestión.
En las últimas semanas Romero bajó una orden directa a los concejales del justicialismo con el proyecto de gas de Juan Manuel Andrade pero Soledad Zalazar se plantó y forzó una votación por el archivo del expediente, marcandole la cancha a Romero sobre quién gobierna dentro del Concejo Municipal.
Pero claro, la cosa no terminaría ahí. Zalazar organizó una reunión rápidamente para trabajar el caso del suicidio de la nena de Puerto Reconquista para lo que pretendía que llegaran a la reunión tres secretarios de Salud, Desarrollo Social y Servicios Públicos. Enterado de esto, Romero decidió boicotear la reunión y no permitió que estos funcionarios vayan a la reunión en el Concejo y fue él en persona, marcando el final del acuerdo político que, solo por ahora, se mantendrá en el bloque de concejales.
Hay otros funcionarios que están a punto de dar el portazo en las próximas semanas pero por ahora se mantienen en silencio, algo que Zalazar no hace y se lo reconoce la sociedad desde hace muchos años con la confianza en el voto.