Todo el sistema educativo, incluído varias universidades, quedarán hoy inmersos en el paro nacional docente que busca la reapertura de paritarias a nivel nacional y provincial.
El sistema educativo en su conjunto quedará paralizado hoy por un gran paro nacional en el que confluirán tanto los docentes universitarios como los de las escuelas públicas y privadas provinciales.
El punto común para la movida, la segunda huelga de los maestros y profesores de todo el país contra el gobierno de Mauricio Macri, es el pedido de reapertura de paritarias, ya que los gremios afirman que sus salarios perdieron frente a la inflación. Y este será sólo el primer escenario de conflicto en lo inmediato, porque el 2 de septiembre próximo habrá un nuevo paro en el marco de la Marcha Federal a Buenos Aires. A nivel local, los trabajadores de Amsafé, Sadop, Coad y ATE marcharán juntos hoy, a partir de las 10, de plaza 25 de Mayo a la San Martín. Los estudiantes de los distintos niveles prometieron sumarse.
El paro tendrá contundencia porque está convocado por la enorme mayoría de las federaciones que nuclean a los gremios provinciales y de las distintas universidades nacionales, entre ellas la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y las dos principales centrales universitarias, Conadu y Conadu Histórica.
De hecho, en Rosario y en Santa Fe se paralizará toda la actividad de las diferentes modalidades y niveles educativos en las escuelas públicas y el 90 por ciento de las privadas, en los colegios y las facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y del Litoral (UNL).
Sólo habrá clases en al menos una parte de las cátedras de la Tecnológica, ya que los docentes nucleados en la Fagdut no adherirán, aunque sí lo harán quienes responden al Sindicato de Investigadores y Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional.
Los ejes comunes de reclamo entre los distintos gremios apuntan a la «reapertura de paritarias» y el «cumplimiento» de puntos acordados en la negociación anterior.
La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, explicó el alcance de esos dos ítems. La «necesidad de convocar ya» a paritarias (que, en rigor, nunca debieron cerrarse porque ese fue el acuerdo previo) se debe a que los salarios perdieron poder adquisitivo frente a la inflación, que en términos interanuales avanzó entre el 44,6 y el 46 por ciento, mientras que el sueldo de un maestro santafesino, por ejemplo, aumentó en lo que va del año de un 32 a un 35.
Y en cuanto a «incumplimientos», Alesso mencionó la falta de respuesta sobre la eliminación de algunos programas socioeducativos, la incertidumbre sobre la continuidad de otros, la no actualización salarial en los que quedaron en pie e incluso la falta de pago en algunos en la provincia de Buenos Aires.