El gobernador dijo que «aún no se está trabajando efectivamente» en el tema, y que eso trae consecuencias en Rosario.
La Capital
El gobernador Miguel Lifschitz reclamó al gobierno nacional «acciones concretas» para combatir el narcotráfico. «Celebramos que el gobierno nacional haya puesto como prioridad este problema, pero la verdad es que todavía no se está trabajando efectivamente en el combate al narcotráfico, y esto trae consecuencias para la realidad de la ciudad», afirmó.
La exigencia llegó en medio de un diagnóstico más extenso sobre la realidad de la ciudad; trazado en medio de una semana difícil, donde la problemática del delito volvió a quedar en el centro de la escena a partir de una seguidilla de homicidios conmocionantes.
Después de varios días de duros planteos entre funcionarios del gobierno y el Poder Judicial y horas antes de una marcha convocada para exigir seguridad y justicia (ver página 8); el gobernador dijo «entender y compartir» el reclamo y advirtió que «los tres poderes del Estado tenemos respuestas que dar» frente a la sociedad.
En una entrevista concedida ayer a LaCapital, Lifschitz repasó algunos puntos de su plan de seguridad, del que prometió presentar resultados durante el próximo mes, y cuestionó la actitud de dirigentes opositores que «ayudan a sembrar e incentivar la insatisfacción social y a promover el cuestionamiento al gobierno local y al gobierno provincial», sostuvo.
Sin enojos
Aún así, consideró que la sociedad merece respuestas. «Creo que tenemos que hacer todos un llamado a la seriedad. Nadie tiene que enojarse ante las críticas. La policía recibe muchas críticas, el gobierno y yo personalmente las recibo y creo que también los otros poderes del Estado tienen que aceptar que en democracia se pueden recibir críticas y, en todo caso, hay que saber responderlas. Nadie debe enojarse por eso», dijo.
En ese contexto, aseguró «entender y compartir» el reclamo que se desplegará esta tarde en las escalinatas de los Tribunales provinciales. «Vivimos en esta ciudad, la transitamos, nuestra familia hace una vida común, como cualquier ciudadano de Rosario, y sabemos las situaciones a las que todos estamos expuestos. Pero yo quiero llevar tranquilidad, en el sentido en que estamos nosotros al frente del tema. Nuestro ministro de Seguridad, de Justicia y yo mismo estamos enfrentando la situación, buscando soluciones y llevando adelante un plan de trabajo», afirmó con énfasis.
El plan
El gobernador trazó como objetivos en el «brevísimo plazo» lograr el aval en la Legislatura para la reforma del código procesal penal, que llevará más agilidad para la acción de los fiscales en la investigación de los delitos y, en paralelo, mejorar el equipamiento policial con la adquisición de 500 patrulleros e infraestructura informática. Y volvió a cargar sobre el rol del Estado nacional en la persecución e investigación de delitos relacionados con el narcotráfico.
—Usted habla de las consecuencias que tiene para la ciudad la falta de acciones para combatir al narcotráfico, ¿las relaciona con el escenario vivido en Rosario?
—Quizás no hay una relación que pueda considerarse directa. Evidentemente el narcotráfico y el consumo de drogas en sectores sociales muy amplios, favorecen el delito y la violencia asociada al delito. Es un fenómeno que se ha instalado y crecido sin que hubiera una política nacional para enfrentarlo. Así, las provincias quedamos libradas a nuestra suerte. Particularmente, Santa Fe, que está expuesta por su condición geográfica, porque nos atraviesan las rutas de la droga (la 34 y la 11), porque tenemos 800 kilómetros de costa, 30 terminales portuarias y por lo tanto necesitamos ser parte de una estrategia nacional. Esto es lo que le pedíamos al gobierno anterior y también a este gobierno. En la semana próxima vamos a estar en Buenos Aires firmando un pacto federal contra el narcotráfico con todos los gobernadores. Son buenas iniciativas, pero necesitamos que todas esas prioridades que ha fijado el gobierno nacional se traduzcan en acciones concretas.
—Por ejemplo?
—La creación de más juzgados federales, más fiscalías federales, más estructura de la Justicia Federal. Tenemos la misma estructura que teníamos prácticamente hace 30 años, cuando estos delitos casi no tenían escala. Lo mismo que sucede con el tráfico de armas, que es muy delicado y tiene mucho que ver con los niveles de violencia. Ese es un tema clave para nosotros, al igual que la coordinación con las fuerzas federales. Necesitamos no sólo presencia, sino un trabajo más articulado, de más intercambio de información. Hemos venido avanzando en eso, pero creo que tenemos que seguir profundizando esa tarea, porque hay delitos que son interprovinciales y esto requiere necesariamente de una coordinación con fuerzas nacionales.
—¿Van a solicitar también un número mayor de efectivos federales?
—Nosotros no discutimos con el gobierno nacional respecto a la cantidad de efectivos que debe haber. Había muchos cuando nosotros asumimos, ahora hay menos. Pero no importa tanto la cantidad, sino la tarea de coordinación y el rol que jueguen colaborando con las fuerzas provinciales. Entendemos la prioridad del gobierno en reforzar la frontera, seguramente en reforzar también el conurbano, donde tienen problemas serios. Pero necesitamos coordinación y, por ahí, presencia en distintas circunstancias, para determinados operativos o tareas de control. Necesitamos un trabajo coordinado. No es tan importante la cantidad, sino coordinar trabajo y que, cuando se necesitan, tengamos la presencia de las fuerzas federales.