Lifschitz dijo que hay «operaciones de inteligencia en la provincia» y actividades de «organizaciones mafiosas».
El gobernador Miguel Lifschitz advirtió ayer la existencia de «intentos desestabilizadores, operaciones de inteligencia en la provincia y actividades de organizaciones mafiosas» e hizo pública una denuncia que efectuó tras haber sido amenazado en redes sociales por parte de «una persona con antecedentes penales, viajes al exterior, varios pasaportes y conexión con la farándula».
En el marco de una conferencia de prensa en la que lanzó duros conceptos contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció la existencia de «mafias» operando en la provincia.
«Quiero alertar sobre operaciones que hemos detectado. Hay servicios de inteligencia que están operando en Santa Fe, intentos desestabilizadores que se aprovechan de la situación (de inseguridad)», advirtió el mandatario.
En ese orden, reveló que fue blanco de amenazas. «Está de moda recibir amenazas. En la marcha del 25 de agosto (la primera en reclamo por seguridad y justicia que se hizo en Rosario), entre el gran activismo que hubo en las redes sociales detectamos varios casos con expresiones violentas, convocatorias, incitaciones a la violencia y amenazas dirigidas a mi persona», remarcó.
Así, explicó que, al instante, se hizo la denuncia ante el fiscal general, Jorge Baclini, y la misma recayó en el fiscal Nicolás Foppiani (ver aparte). «Se abrió una investigación, está detectada en Buenos Aires la persona (que lo amenazó). Fue allanada, no se la pudo detener; está siendo buscada. Tenía en su poder varios pasaportes. En estos meses hizo más de 120 viajes al exterior, vinculado a la farándula, pero con otras conexiones, con antecedentes penales «, lanzó enigmático el mandatario.
Hubo más. Lifschitz habló de «organizaciones mafiosas que están operando en Santa Fe y Rosario, con movimientos extraños en las redes sociales, (un ámbito) donde la mediocridad de la política aprovecha el dolor de las víctimas con fines propios».
En tal sentido, indicó que muchas de las organizaciones delictivas han sido desmembradas «pero tienen tentáculos en distintos lugares». Así, mencionó el accionar de «servicios de inteligencia, mano de obra desocupada y policías exonerados que operan en un terreno barroso donde tenemos que desarrollar esta tarea, y las mafias siguen operando».
Crispado. Durante más de 35 minutos, el gobernador se mostró crispado, disparó munición gruesa contra la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, y respaldó sus lazos con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Además, y para marcar diferencias entre el trato dispensado a Santa Fe y otras jurisdicciones, el gobernador mencionó que, sin necesidad de convenio alguno, se enviaron gendarmes a Salta, Formosa, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires.
Tras admitir que la provincia no tiene problemas en aceptar el convenio que le está pidiendo que firme el gobierno nacional, Lifschitz denunció la falta de creación del Consejo de Seguridad Interior, tal como lo establece la ley 24.059. «En este marco, las fuerzas federales, sin necesidad de autorización previa, pueden intervenir en los distritos provinciales con el sólo requisito de avisar a las autoridades locales», recordó.
En tal sentido, consideró que «la presencia de las fuerzas federales debió haber ocurrido antes en forma permanente y sostenida, como ocurre en otras provincias».
El gobernador puso además de relevancia la masiva marcha popular del jueves, cuando los rosarinos volvieron a exigir seguridad y justicia ante las puertas de gobernación.
En su repaso, reveló que en estos nueve meses que lleva su gestión ya hay 106 policías en proceso de exoneración y otros 129 pasados a disponibilidad. «Cada caso y denuncia que recibimos y tiene verosimilitud, se investiga y se pasa a la justicia», remarcó e insistió en que se está trabajando en un plan santafesino de seguridad «en el cort0o, mediano y largo plazo».
Así, de cara a las nuevas negociaciones para lograr el regreso de las fuerzas federales a Rosario, y tras exigir «diálogo respetuoso y sin interferencias a través de los medios de comunicación», Lifschitz ubicó como su interlocutor al ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio, con quien dijo tener «contacto permanente». Y bregó por «una solución política donde se respete la Constitución Nacional, las leyes».
«Lo importante es evitar ruidos y declaraciones altisonantes. Si hay voluntad y respeto, Santa Fe es la primera que se sienta a cualquier mesa, porque seguiremos al frente de la seguridad, avanzando en la depuración de la policía, que no es mejor ni peor que otras, porque me resulta difícil creer que la bonaerense sea la policía europea», sentenció.