El gremialista reveló que tuvo que vender un terreno para pagarle a Pablo Zancada por un juicio que le inició por no haberle hecho un cartel luminoso. Según Fleita, Zancada solo había entregado parte del dinero acordado por los materiales pero lo demandó por «daños y perjuicios».
El encargado de Municipios y Comunas del Sindicato de Trabajadores Municipales de Reconquista, Dino Fleita, aprovechó el mal momento que está viviendo Pablo Zancada para contar sobre un juicio que le inició el renunciado funcionario por «daños y perjuicios» por un trabajo que ni siquiera había pagado.
«Este tema es algo que yo me tenía en la garganta guardado y siempre pensaba que ‘en algún momento lo va a pagar'», comenzó diciendo Dino en el programa radial «La Grieta (FM 94.5 Central)«.
«Yo tengo una actividad particular que es la fabricación de carteles luminosos, ahora desde que estoy en el sindicato me alejé de la actividad. Pero hace casi 20 años yo iba a comenzar a hacerle un trabajo, el me entregó algo de dinero pero no era todo lo que correspondía al trabajo y yo le manifesté que si no me pagaba lo que yo le estaba pidiendo para materiales yo no se lo iba a hacer al trabajo. Habíamos hablado, se arregló todo de palabra y quedó supuestamente arreglado», recordó.
«En el 2013 yo vendo un auto que tenía y me sale que tengo la firma inhibida en el registro del automotor. Me voy a averiguar que era lo que pasó y me dicen ‘tenés un juicio de Pablo Zancada’. No entendía nada. Me fui a hablar con él y me dice ‘yo no tengo nada que hablar con vos, andá a hablar con mi abogado, (Enrique) Marín. Voy a hablar con Marín y me dice ‘si es un juicio por daños y perjuicios ocasionado a Pablo Zancada por un trabajo que no le hiciste’. Le dije que en su momento había hablado con Pablo y me dice ‘mirá esto está en el juzgado y no se puede hacer nada’. Yo jamás había recibido una cédula ni nada por el estilo. Fui nuevamente a hablar con Pablo y le dije ‘yo no tengo para pagarte esa suma’, eran como $20.000 y lo único que tengo es un terreno y tengo que quedarme sin eso para pagarte la deuda a vos. Me dijo ‘yo no te voy a solucionar los problemas, andá y pagá porque conmigo no tenés nada que hablar'», contó Fleita.
«Al auto tenía que venderlo, tenía que liberar la firma y lo que hice fue vender el terreno para pagarle la deuda a él. Gracias a Dios no le debo un peso a este delincuente, porque así lo voy a llamar, porque algo que me compré trabajando lo tuve que vender para pagarle a él. Era algo que ya habíamos acordado, creí en su palabra porque lo veía todos los días en la iglesia, pero me convencí que tampoco hay que creer mucho en esta clase de personas», continuó.
«Además habían pasado tantos años que yo la verdad había tirado todos los comprobantes. Esto me enseñó a que hay papeles que hay que llevar por bastante tiempo. Siempre aparece algún vivo o algún católico que te quiere cobrar algo que vos pensás que se había arreglado», remarcó.