Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de todo el país, entre otros institutos de investigación nacionales, manifestaron su intranquilidad por la brutal reducción presupuestaria proyectada para el organismo en 2017, estimada en 1.140 millones de pesos.
“Manifestamos una profunda preocupación por la situación de incertidumbre que se vive en nuestra institución, con falta de asignaciones presupuestarias, la indefinición de la continuidad del personal contratado y los despidos que afectan a los trabajadores del sector público y privado”, dijeron desde APINTA (Asociación del Personal del INTA) a través de un comunicado.
Personal comprometido
Mario Romero, Secretario General de APINTA a nivel nacional, habló con el programa La Grieta (FM Central 94.5) e indicó que parte importante de la reducción presupuestaria está asociada con el inciso Sueldos, lo que evidencia los planes de recorte de personal, concretamente sobre 300 contratados, 340 becarios y 330 empleados de planta no permanente.
El proyecto de presupuesto 2017 ingresado a la Cámara de Diputados prevé para el Instituto un presupuesto de $ 5.112 millones, lo que representa una reducción sobre lo requerido de $1.140 millones destinados a fines operativos que afectan el funcionamiento y el cumplimiento de los compromisos institucionales.
En detalle, esta reducción implica $218 millones menos para salarios de profesionales y científicos; amenaza concreta sobre 300 contratos y 330 Planta no Permanente a partir del 1º de enero de 2017; y 340 becarios en formación que NO podrán ser incorporados a la Institución para mantener actualizada su planta profesional cubriendo nuevas áreas de trabajo o para reemplazo de vacantes generadas por jubilaciones de agentes de vasta experiencia.
Pérdida de la autarquía
El INTA, al igual que otros institutos de investigación a nivel nacional, tiene hasta el momento la facultad de decidir, entre otros puntos importantes, cómo ejecutar su presupuesto anual y qué personal contratar para las distintas tareas. Una posible pérdida de la autarquía según lo proyectado para 2017 implicaría que el gobierno nacional sea quien tome las decisiones para la designación de RRHH de Ciencia y Tecnología. “Salvo decisión fundada del Jefe de Gabinete de Ministros, no se podrán aprobar incrementos en los cargos y horas de cátedra que excedan los totales fijados en el presente artículo para la Administración Nacional. El Jefe de Gabinete de Ministros, de conformidad con las necesidades de estructura y dotaciones de las respectivas áreas establecidas por el Ministerio de Modernización, procederá a distribuir para cada jurisdicción, organismo descentralizado e institución de la seguridad social los cargos que correspondan. Las decisiones administrativas que se dicten en tal sentido tendrán vigencia durante el presente ejercicio fiscal y el siguiente para los casos en que las vacantes descongeladas no hayan podido ser cubiertas».
Tal situación dificulta que el ingreso de personal a diferentes funciones se haga con transparencia y agilidad por concursos de antecedentes y oposición por méritos (aproximadamente 500 concursos al año). Estos recortes se producen sobre una planta que en el INTA sólo se incrementó un 2,5% en los últimos 5 años.
Reducir los recursos humanos en el INTA significa menor presencia en el territorio; es decir, productores y familias en las economías regionales con una asistencia técnica reducida.
Planes y programas postergados
Numerosos proyectos de investigación podrían quedar demorados o postergados, con riesgo de pérdida de las millonarias inversiones realizadas durante años y de los compromisos con empresas para el desarrollo de productos de alta tecnología por no poder cumplir con los acuerdos.
Además, menor mantenimiento de edificios y equipamiento de alta tecnología; reducción de las partidas para Higiene, Seguridad laboral y Bioseguridad; menores recursos para mantener en funcionamiento bancos de germoplasma, radares meteorológicos y laboratorios de referencia internacionales en enfermedades y plagas; retraso en investigaciones estratégicas; inmovilización del sistema de extensión institucional y la asistencia técnica a los productores; imposibilidad de cumplimiento de acuerdos nacionales e internacionales en proyectos de importancia como cambio climático, biotecnología, sanidad animal y terapéutica vegetal; obras de laboratorios y edilicias demoradas o suspendidas en todo el país; obsolescencia en equipamiento de alta complejidad y la imposibilidad de actualizar la anticuada flota de vehículos de trabajo y transporte de personal.
El INTA en la calle
El próximo martes 11 de octubre, los trabajadores del INTA llevarán a cabo una jornada nacional de concientización denominada “El INTA en la calle”, donde profesionales, técnicos y plantel en general buscarán el contacto cara a cara con los habitantes de cada comunidad donde exista una agencia, estación u oficina, a quienes explicarán cuáles son las tareas del organismo, qué le aportan sus investigaciones al país y cómo se verían afectadas cada una de estas comunidades si finalmente se aplica esta reducción presupuestaria.