El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, dijo que la relación entre el gobierno de Mauricio Macri y la Iglesia que se basa en la “autonomía y cooperación que le hace bien a las dos partes”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, destacó este lunes la “relación madura” entre el gobierno de Mauricio Macri y la Iglesia, y remarcó que ese vínculo «está como debe estar» y se basa en la “autonomía y cooperación que le hace bien a las dos partes”, tras una reunión de media hora que la cúpula de la CEA mantuvo con el papa Francisco en el Vaticano.
«Fue una reunión muy productiva, lo vi muy bien y entusiasmado», aseguró Arancedo en diálogo con Télam y otros medios acreditados ante la Santa Sede luego del encuentro de media hora que mantuvo este lunes en el Palacio Apostólico del Vaticano con el pontífice, junto al resto de los integrantes de la comisión ejecutiva de la CEA: el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello; y el obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa.
El encuentro de la cúpula de la Iglesia argentina con Jorge Bergoglio se dio apenas 48 horas después de la «buena reunión» que el Papa mantuvo durante una hora con el presidente Mauricio Macri el sábado en el estudio anexo al Aula Paulo Vi del Vaticano.
En ese marco, y tras hablar del tema con el papa Francisco, Arancedo destacó la «relación madura y positiva» entre el Gobierno y la Iglesia.
«Creo que la relación está como debe estar. Con autonomía y cercanía, cooperación. Sin mezclar tampoco una cosa con otra, porque hay que saber distinguir para unir», enfatizó Arancedo y agregó que se trata de una «relación responsable, seria y madura que espero que sea útil para toda la patria».
Durante el encuentro, la cúpula de la Iglesia argentina recorrió con el obispo de Roma «temas internos de la CEA, como la parte pastoral, evangelizadora y misionera, que es su gran preocupación».
«Fue un encuentro de los obispos con Pedro, hablamos de la Iglesia en salida», agregó Arancedo tras participar de una emotiva misa de acción de gracias en la Basílica de San Pedro que se celebró esta mañana luego de la ceremonia de canonización del «cura gaucho» José Gabriel Brochero, que encabezó ayer Francisco en la plaza del Vaticano.
En ese marco de «relación seria y madura» con el gobierno nacional, Arancedo destacó la presencia de la canciller Susana Malcorra durante la ceremonia de hoy, a la que también asistieron el secretario de Culto Santiago de Estrada; el subsecretario de la cartera Alfredo Abriani; y los embajadores ante Italia, Tomás Ferrari, y ante el Vaticano, Rogelio Pfirter.
La ceremonia de este lunes, de la que participaron más de 1.000 fieles argentinos, fue presidida por el cardenal Poli en homenaje «a nuestro querido José Gabriel del Rosario Brochero» y la homilía estuvo a cargo del arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, quien destacó al nuevo santo argentino como «un hombre de procesos que sigue la enseñanza del papa Francisco de que el tiempo es superior al espacio».
«Termina la canonización pero la causa de Brochero sigue», agregó luego el obispo de Cruz del Eje, Santiago Olivera, frente a los más de 150 sacerdotes y 35 obispos argentinos presentes, además del gobernador cordobés Juan Schiaretti y el ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja, que completaron el «clima argentino» que se vivió en una basílica en la que no faltaron los aplausos y los gritos de «Viva el papa Francisco».