Nuestro cuerpo necesita hidratar la piel, a través del agua, y necesita nutrirse, a través de los alimentos. Aquí una lista de alimentos que no debés olvidar incorporar en tu dieta diaria
¿Es lo mismo hidratar que nutrir la piel? La Real Academia Española hace una diferenciación importante entre ambos términos. Definitivamente hidratar no es lo mismo que nutrir
Nuestro cuerpo necesita hidratar la piel, a través del agua, y necesita nutrirse, a través de los alimentos. En la piel ocurre de forma similar, ya que necesita de una hidratación constante para restablecer los niveles óptimos de agua, vitaminas y minerales para lucir sana y saludable cada día.
Por otro lado, nuestra piel también necesita un agregado adicional de nutrientes esenciales para fortificar su barrera natural y poder verse tersa, nutrida y alimentada correctamente.
Alimentos que nutren la piel
Avena: Es uno de los alimentos con mayor contenido de vitamina E, reconocida como la “vitamina de la juventud”. La avena tiene grandes propiedades humectantes y astringentes, por eso es muy usada en la cosmética. Podés incluirlas en la mayoría de tus comidas, especialmente en el desayuno.
Frutillas: Así como todos los frutos rojos son ricos en fibra, vitaminas y antioxidantes que ayudan en la regeneración del colágeno, previniendo el envejecimiento prematuro de nuestra piel. Adicionalmente, su alto contenido en vitamina C ayuda a eliminar toxinas.
Pepino: Por su alto contenido de agua, aceites esenciales y vitaminas C y E es un alimento imprescindible para una piel saludable. Tiene propiedades reparadoras, hidratantes y suavizantes para tu piel ya que es un excelente revitalizador.
Uvas: Estas son ricas en flavonoides y polifenoles, antioxidantes presentes en la cáscara, también semillas con propiedades astringentes, antiinflamatorias y rejuvenecedoras que benefician a tu piel, evitan la degradación de la elastina y la producción de colágeno que mantienen la firmeza y elasticidad del cutis.
Zanahoria: Junto al perejil son los alimentos con mayor proporción de betacarotenos y vitamina A que ayudan en la protección y renovación de la piel, previenen la flacidez y el envejecimiento prematuro. Esta hortaliza ayuda también a lograr un bronceado perfecto: hidratado, brillante y duradero.
Frutos secos: Nueces, almendras, pistaches o maní tienen vitamina E y ácidos grasos de gran calidad, con su ayuda lograrás tener una piel más humectada de forma natural. Además su contenido de Omega-3 favorece la regeneración celular de la piel.
Palta: Es otro de los ingredientes frecuentes en el cuidado y la belleza, es rica en luteínas, carotenos y vitamina E, que ayudan a darle brillo y elasticidad a la piel. También aporta ácidos grasos monoinsaturados esenciales en la regeneración celular, el proceso de cicatrización y en la prevención de la resequedad de la piel.
Aceite de Oliva: Es un gran aliado para mantener una piel más joven y radiante, por sus ácidos grasos monoinsaturados y su alto contenido en vitamina E favorecen la protección y regeneración de tu piel, además de ayudar a conservar su brillo y tono natural.
Brócoli: Tiene una alta concentración de fotoquímicos bioactivos con propiedades antioxidantes, energizantes y regenerativas que llegan casi intactos a tu piel. Es un alimento muy útil en el proceso de cicatrización, para mejorar la vitalidad en la piel y combatir los signos de fatiga sobre el cutis.
Tomate: Es una maravillosa fuente de aguas y sales minerales como el calcio y el magnesio, además de vitamina A contiene licopeno, un antioxidante que protege las células de la piel de los efectos nocivos de los agentes externos como el sol. Además es efectivo para combatir los puntos negros.
Naranja: Se destaca por ser rica en agua, vitamina C y flavonoides, cuyos beneficios también hemos visto en otros alimentos de esta lista. Además aporta ácido ascórbico que ayuda a que nuestra piel se vea más luminosa, joven y firme.
Agua: Esta sustancia, esencial para nuestras vidas, no puede faltar en nuestra lista, es la mejor fuente de nutrientes para evitar la resequedad y mejorar la suavidad de tu piel. Debés consumir por lo menos dos litros diarios. Tené en cuenta que el consumo excesivo de agua puede ser negativo.