Horacio «Nacho» Sosa habló en el programa radial «La Grieta (FM 94.5 Central)» donde mencionó la pésima relación que hay entre el municipio y el sindicato. «Tuvimos que pedirle el presupuesto al concejo porque el ejecutivo no nos da información», remarcó.
Los meses de flores entre los representantes de los trabajadores y los administradores del gobierno municipal parecen haber marchitado. El romance entre el sindicato y el gobierno llegó a su fin.
En medio de una creciente expectativa de todos los trabajadores que esperan la propuesta del Bono de fin de año que llegaría este miércoles, el sindicato expuso la actual relación con el gobierno municipal.
Horacio Sosa fue el encargado de prender el ventilador y comenzó diciendo «estamos acá hace más de una hora esperando que alguien nos atienda. Primero decían que el intendente estaba en reunión de gabinete, ahora entraron los concejales, entra uno, sale, entra otro. No se sabe lo que pasa. El Secretario de Hacienda estuvo después salió disparando, ahora nos dicen que no está. Primero nos dijeron que vengamos a las 10 después a las 11 y así nos tienen. Tuvimos que llamar a una radio para pedirle una audiencia a Correa, una vergüenza».
«Nacho» niega que haya habido un «romance» con el municipio. «Nosotros lo que hicimos fue darle plazo al municipio para que se acomoden pero hace un año que están y no se si se terminaron de acomodar o si no encuentran la silla donde sentarse», ironizó.
Sosa reveló también que pese a la fortuna gastada en ropa para el personal, que se compró en Buenos Aires, «un montón de personal quedó sin ropa». Además están reclamando que abonen «las horas extras que no se están pagando a los inspectores, sonidistas y jerarquizados».
Lo que mayor indignación genera entre los trabajadores es que «se sacó los dispensers en todas las áreas donde había agua potable (fría y caliente). La empresa se llevó los dispensers porque hacía un año que no les pagaban. Hubieran tenido en cuenta que esto iba a pasar y así hacían limpiar los tanques de cada dependencia porque no se puede tomar el agua porque la verdad da asco».
Finalmente mencionó a la cantidad de contratos que se tomaron desde esta gestión y que rondarían las 500 personas. Este dato es estimativo porque «el sindicato no puede acceder a cierta información porque nos cerraron todas las puertas. Para poder tener una idea de lo que va a ocurrir el año que viene tuve que ir a pedir una copia del presupuesto al concejo municipal, el municipio no te contesta ninguna nota».