Un allanamiento ordenado por la justicia federal, con intervención exclusiva de la policía santafesina, generó una verdadera crisis institucional entre las dos provincias. Extrañamente la máxima autoridad política santafesina no habló del tema.
Los policías que actuaron en los operativos realizados en Corrientes esperaban, cuanto menos, una declaración firme de respaldo al trabajo que realizaron. Sin embargo eso no llegó y pasaron las horas y el conflicto parece haberse resuelto y Lifschitz sigue en silencio.
Fue el Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, y el Secretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, los únicos políticos que estuvieron en contacto con los uniformados brindando el respaldo del gobierno provincial.
Pero esto no alcanzó, incluso el Gobernador Ricardo Colombi insultó a Pullaro y lo trató de «patotero» por intervenir con fuerzas dentro de la provincia de Corrientes. La palabra de Lifschitz sobre este particular sigue siendo esperada, ya no solo por los policías sino por todos los santafesinos, ya que las declaraciones de Colombi contra la provincia vecina genera una tensión institucional sin precedentes.