El gobernador defendió la decisión de unificar los comicios provinciales con los nacionales. Anunció que entre martes y miércoles firma el decreto.
Lifschitz dijo qu está terminando «bien» su primer año de gobierno y que la gente lo juzgará por los resultados en seguridad.
El gobernador Miguel Lifschitz dijo que está terminando «bien» su primer año de gobierno, admitió que la gente lo juzgará por los resultados en seguridad y confirmó que entre el martes y el miércoles firmará el decreto de convocatoria a elecciones conjuntas.
Lifschitz expuso que en 2017 no hay espacio para cuatro elecciones: «Era un despropósito. Por eso es conveniente para todos hacerlas simultáneas. Nos permite seguir avanzando en el primer semestre, de julio a octubre serán un tiempo más electoral. Entre martes y miércoles firmo el decreto de convocatoria a elecciones conjuntas».
En ese contexto, respaldó una posible candidatura de Antonio Bonfatti a diputado nacional pero dijo aspirar que la lista de diputados nacionales represente al Frente Progresista en su totalidad. «Vamos a intentar que tenga representación de todos los partidos. Estoy escuchando los mensajes que vienen de la gente: la política tiene que hablar menos y escuchar más».
«Nuestra gestión empezó complicada, con mala relación con el gobierno, inundaciones, crisis económica. Pero remontamos la situación y estamos terminando bien», dijo el titular de la Casa Gris.
«Logramos que nuestra economía crezca 1.8 por ciento con una recesión que va a estar cerca de los 3 puntos. Hemos contribuido con apoyo a las economías regionales y fuerte apoyo a la obra pública. La inversión pública en Santa Fe no tiene antecedentes en los últimos 30 años y ni hablar en 2017. No somos una isla, dependemos de que al resto del país le vaya más o menos bien», expresó el gobernador durante una entrevista con el programa En Profundidad, de Canal 4 Express.
Cuando fue consultado por la derrota política del socialismo en el Concejo Municipal por el tema del endeudamiento, Lifschitz graficó que fue «un error de los concejales. No es bueno para a ciudad que se niegue hacer obras. Las provincias, las grandes ciudades tomaron deuda. Rosario es suficientemente importante como para tomar una deuda razonable de 200 millones de dólares que hubieran permitido hacer obras importantes. Espero que los concejales reflexionen, hubo algunos que presentaron argumentos de muy poco valor».
Una de las novedades políticas del 2016 fue el espacio creado entre el mandatario santafesino y otros gobernadores provenientes del peronismo y de partidos provinciales. «Se generó un espacio con algunos gobernadores del peronismo que no estuvieron en posiciones extremas ni vinculados al kirchnerismo. La voluntad es la de defender los intereses federales y de acompañar las decisiones y ser partícipes de debates sobre temas económicos. Vamos a jugar un rol importante el año que viene para garantizar la gobernabilidad», dijo.
Cuando se le pidió que mensurara su mejor acción de gobierno pensando en Rosario, el ex intendente dijo con emoción que logró restablecer «un vínculo de confianza personal con los rosarinos que estaba resentida por mi alejamiento de la función pública y las situaciones complejas de la ciudad. Siento que pude lo pude recuperar a ese vínculo, aunque siguen habiendo muchas críticas. Hay obras públicas como nunca en Rosario, y no tienen antecedentes».
A la par, admitió: «La seguridad es el punto de inflexión, es el tema en el que la gente me va a medir. Logré agarrar las riendas y espero poder mostrar el año que viene mejores resultados. Consolidar esta tendencia a la baja».