Dicen que la ayuda ante la emergencia hídrica está «lejos de ser considerada importante».
Foro de intendentes y presidentes comunales del Partido Socialista de la provincia de Santa Fe
(Documento político – Enero de 2017)
Como resultado de las últimas lluvias y tormentas que azotaron el territorio santafesino, localidades de las regiones centro, sur y norte sufrieron grandes daños materiales y anegamientos en las zonas rurales y urbanas. El impacto en el sistema productivo ha sido desastroso y el panorama es verdaderamente muy grave: se perderán más de 256 millones de pesos en los 869 tambos de la zona, que no podrán trabajar durante un mes y la baja en el sector agrícola (girasol, soja y maíz) rondará los 764 millones de dólares.
Entre las lluvias de abril, diciembre de 2015 y comienzos de este año, se calcula que las pérdidas por la emergencia superan los 3000. millones de dólares. En este contexto desolador, la provincia invirtió en caminos, en ayuda a productores y está presupuestando una inversión inédita en obra pública en todas las regiones del territorio.
Ante esta situación dramática que vuelve a repetirse, la ayuda oficial del gobierno nacional está lejos de ser considerada importante, los 55 millones de pesos recibidos para la emergencia desde abril hasta estos últimos días, constituyen una suma verdaderamente insignificante, que no está a la altura de lo que realmente se merece una provincia clave en el engranaje productivo del país como Santa Fe.
Al margen de las estadísticas y de los datos incontrastables de las pérdidas materiales, no podemos dejar de relacionar la emergencia hídrica con lo que está sucediendo en el plano nacional. La realidad económica nuevamente golpea al pueblo trabajador, aumentó considerablemente en pocos meses la pobreza, la indigencia y la desocupación, mientras la opinión pública influenciada fuertemente por los medios dominantes de comunicación, naturaliza el ajuste y desmerece el rol igualador del Estado.
Como primera respuesta a la crisis y el ajuste neoliberal que ejerce el gobierno del Presidente Mauricio Macri, resulta imprescindible dejar bien en claro ante la sociedad santafesina, que los municipios y comunas de la provincia no son entes aislados, ya que poseen una mirada propia y estratégica ante la realidad nacional, apostando a la cooperación y creyendo firmemente en la capacidad articuladora del Estado para poder resolver junto a las organizaciones intermedias las problemáticas más importantes de cada localidad.
Son tiempos que nos exigen definiciones. Los dirigentes políticos santafesinos que creemos en la plena vigencia de las ideologías y la justicia social, tenemos que tener la suficiente amplitud para poder mirar más allá de las cuestiones personales o partidarias, para defender con convicción a Santa Fe ante cualquier situación de injusticia, y acompañar al gobernador Miguel Lisfchitz para que la nación cumpla con el histórico fallo de la Corte Suprema y nos devuelva más de 40 mil millones de pesos a todos los santafesinos y santafesinas.
Tenemos la oportunidad histórica de hacer realidad la reforma de la Constitución Provincial, con una impronta claramente progresista, incluyendo nuevos derechos acordes a las necesidades y problemáticas más trascendentes de la sociedad actual. Debemos ser capaces de tomar la iniciativa e impulsar la reorganización del sistema productivo, poniéndole límites a la voracidad del monocultivo de la soja, priorizando la revitalización del sector lácteo y las economías regionales, cuidar el medioambiente con la implementación plena de la ley del árbol y una nueva regulación sobre la utilización de los agrotóxicos y los desmontes.
El desafío de arribar a acuerdos programáticos, no admite lugar para la especulación o el doble discurso, profundizar el rumbo implica decirle claramente a la sociedad cual es el único norte que le da sentido a nuestra práctica política: la lucha por la construcción de un país solidario, democrático y con igualdad de oportunidades.