Le hacía saber a su mujer que era impune y que podía dar golpes sin dejar marcas. Su pareja contó que hasta le aplicaba picana eléctrica. La justicia lo liberó con mínimas restricciones mientras continúa el trámite judicial.
Gisela Cáceres tiene 29 años y en los últimos días decidió denunciar a su pareja, un policía que la venía torturando desde hace tiempo.
Hace por lo menos tres años que sufría las agresiones verbales, amenazas y hasta torturas con golpes y hasta picana eléctrica que le practicaba el policía Cristian Baucero. La mujer contó que tomó coraje de denunciarlo cuando temió por la vida de sus hijos.
La mujer que tiene tres hijos, uno de 11 y dos mellizos de 7, fue torturada por el hombre que se cree impune y que la justicia, pese al relato de la mujer, decidió que siga en libertad.
«Me decía que me iba a prender fuego con los nenes adentro, que me iba a romper las cosas, hacía saltar la térmica de la casa para que los chicos tengan calor», contó la mujer luego de que su ex pareja quedara imputado. El nene de 11 años también aportó su testimonio a la psicóloga judicial y dio más fuerza al relato de la mujer.
«Tuve mucho miedo porque me decía que iba a entrar por una puerta y salir por la otra» y también que «podía limpiar su legajo».
«Mi miedo era enorme», relata la mujer visiblemente angustiada.
También reveló que las autoridades se mostraron muy predispuestas a ayudarla desde el primer momento: «si yo sabía que esto era así y no como él decía lo hubiese denunciado antes».
En su testimonio, la mujer reveló que el policía incluso usaba el móvil policial para perseguirla cuando salía a la calle.
Gisela se separó hace tres años de Baucero. Habían vuelto del boliche y él la golpeó contra la puerta de la casa. Luego se volvieron a ver y el policía le dijo que había hecho tratamiento y que estaba trabajando afuera. Así retoman la relación en marzo del año pasado pensando que las cosas iban a mejorar pero eso no fue así y empeoraron a medida que avanzaban los días. «Las amenazas eran constantes», contó la mujer.
«Me pegaba en el estómago, me decía que sabía muy bien donde pegarme», dijo haciendo alusión al entrenamiento de tortura que tienen algunos uniformados.
Incluso la mujer contó que una vez le aplicó picana eléctrica entre las piernas para torturarla.
Finalmente la mujer pidió a las mujeres que están en la misma situación que tomen coraje y «hablen». Ella se sintió muy acompañada por las autoridades en el momento de realizar la denuncia.
Imputado en libertad
Pese a toda la ola que existe contra la violencia de género, pareciera que los jueces todavía guardan recelo en encarcelar a los imputados. Eso pasó en la audiencia del martes por la mañana a cargo del Juez Mauricio Martelossi, que luego de escuchar a las partes decidió otorgar la libertad con restricciones para el acusado.
El policía que actualmente está trabajando en el Comando Radioeléctrico de Venado Tuerto tuvo más beneficios que los que pedía su propio defensor. El fiscal pidió 30 días de prisión para continuar con la investigación, mientras que la defensa pidió la libertad o la prisión domiciliaria. Martelossi se inclinó por la libertad con restricciones, que nadie se encargará de controlar.
El imputado deberá vivir en San Javier con su padre y no podrá acercarse a la víctima, ni tampoco a la localidad de Romang, donde vive la víctima. No puede hablar con la víctima mediante ningún sistema de comunicación (teléfono, redes sociales, etc.) pero solo la prohibición es por el término de 30 días.
Baucero habló y sostuvo su inocencia.