El ministro de Gobierno, Pablo Farías, indicó que se convocará a los sindicatos a retomar las negociaciones antes del fin de semana.
Con el comienzo de clases postergado hasta el jueves próximo, el gobierno provincial está terminando de evaluar la nueva propuesta de aumento que presentará a los gremios antes del fin de semana. «Existe voluntad para mejorar la oferta inicial y encontrar un modo en que podamos distribuir mejor los recursos», sostuvo ayer el ministro de Gobierno santafesino, Pablo Farías.
Tanto los maestros de escuelas públicas como de colegios privados, cumplirán hoy con el primero de los dos días de paros convocados por la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), en reclamo de paritarias nacionales para el sector. En tanto, el miércoles Amsafé y Sadop resolvieron adherir al paro internacional de mujeres con la suspensión total de actividades (ver aparte).
Santa Fe será así una de las 22 provincias del país donde el inicio del ciclo lectivo tendrá que esperar. Sólo en Santiago del Estero y San Luis, los chicos comenzarán las clases esta mañana. En Santiago, el gobierno y los gremios acordaron un aumento del 20 por ciento y el blanqueo de sumas en negro. En San Luis se pautaron subas para todos los estatales de entre el 38 y el 60,7 por ciento que se abonarán entre marzo y septiembre, de acuerdo al salario que recibe cada trabajador.
En la provincia, la primer oferta llegó el jueves pasado y plantea un 19,5 por ciento de incremento (en dos tramos, de 10 por ciento en marzo y 9,5 por ciento en julio), además de una cláusula gatillo de actualización automática si los índices inflacionarios del año superan ese porcentaje.
En consecuencia, los sindicatos docentes rechazaron de plano la oferta considerándola inapropiada para recuperar el efecto que inflación produjo sobre las sumas de aumento acordadas durante el año pasado.
En el caso de la Amsafé, los docentes votaron un plan de lucha que incluye el paro de 72 horas para esta semana, otro de 48 para la próxima y un tercero de 48 para la semana siguiente. Los educadores de escuelas particulares nucleados en el Sadop acordaron también medidas de fuerza para hoy, mañana y el miércoles. Desde ambos sindicatos descartaron que el acatamiento será «contundente».
El ministro de Gobierno provincial consideró ayer «un hecho desgraciado» que no se inicien hoy las clases en la provincia. Y volvió a defender la propuesta de aumento presentada a los gremios.
«Consideramos que se trata de una propuesta lógica que aspira a cubrir una proyección posible de la inflación para este año porque, además, entendemos que la actualización de salarios de 2016 no estuvo alejada de lo que fue el incremento inflacionario», sostuvo.
De todas formas, apuntó que «existe una voluntad de mejorar esa oferta inicial y de encontrar un modo en que podamos distribuir los recursos que podemos disponer para que el aumento sea más interesante o satisfactorio para los docentes y resto de los trabajadores estatales».
Farias estimó que una vez concluidas las medidas de fuerza de esta semana «tendremos un margen para volvernos a sentar, a partir del jueves o viernes, para reiniciar diálogo en la mesa paritaria».
Sin descuento
Según adelantó el responsable del Ministerio de Gobierno, «seguramente» antes del fin de semana se va a estar convocando a los sindicatos para una nueva reunión.
El funcionario sostuvo que aún «no hay una definición» sobre si la provincia descontará los días de paro a los maestros. «Ya en un par de oportunidades se estableció el descuento de los días de huelga. Pero si hay una solución del conflicto durante esta semana, entendemos que no hace falta hacerlo. Pero si se persiste con este tipo de medidas, consideraremos empezar a descontar los días de paro», advirtió.
Una semana de conflictos
Esta semana estará marcada por la exposición de los conflictos en torno a las paritarias estatales. El gremio de los docentes de la Universidad Nacional de Rosario también comenzará hoy un paro de 48 horas. Mientras que los empleados municipales lanzaron un paro para el jueves próximo, sin concurrencia a los lugares de trabajo.