Hubo cuatro personas que fueron condenadas a reclusión perpetua pero por fallas en el proceso, el crimen quedó impune.
LA HISTORIA
Cuatro hombres fueron condenados a reclusión perpetua al ser considerados por la Justicia como los autores materiales de uno de los crímenes más atroces ocurrido en la historia de Villa Ocampo.
Se trata del homicidio de Carmen Mabel Encina, una chica de 19 años que fue descuartizada, cuyo cuerpo apareció diseminado en el arroyo Los Amores.
También la justicia de ese entonces, dispuso la detención inmediata de dos mujeres sospechadas de ser partícipes necesarias del crimen y por haber incurrido en un presunto falso testimonio. La sentencia fue firmada por el conjuez de la ciudad de Vera Rodolfo García.
En ese entonces los condenados apelaron la sentencia ya que «siempre se declararon inocentes, nunca admitieron su culpabilidad. Por eso suponemos que apelarán la sentencia», opinó Eduardo Cracogna, abogado de la familia Encina en estos tiempos.
La Justicia estableció que Carmen, una chica de condición muy humilde que vivía con su familia en un sector suburbano de Villa Ocampo, murió durante la noche del 6 al 7 de marzo de 1998. Ese viernes había salido a bailar con una de sus hermanas a una pista conocida como «El Gauchito Gil» ubicada en el Barrio Oeste de la ciudad.
Las chicas estuvieron juntas durante un par de horas, pero se separaron. Nadie pudo corroborar que Carmen haya estado acompañada durante el baile. Lo cierto es que su hermana llegó esa madrugada sola a su casa, algo que a la familia en principio no le llamó la atención.
La alarma se encendió cuando transcurrió un día entero sin que se tuvieran novedades de la chica. En principio se creyó que Carmen había decidido pasar la noche en la casa de alguna amiga, pero las dudas se transformaron en angustia cuando al lunes siguiente tampoco surgieron novedades de su paradero. Alertada la policía, se inició un operativo rastrillaje. El misterio se develó el 10 de marzo con el macabro hallazgo de una cabeza en cercanías del arroyo Los Amores.
La madre de Carmen reconoció esa parte del cuerpo y a partir de ese momento el espanto se apoderó de toda la población. Dos días después la policía encontró el tronco, un brazo y una pierna prácticamente en la misma zona donde había aparecido la cabeza. Los investigadores establecieron que los miembros fueron arrojados ex profeso al cauce del arroyo. «Aparentemente los tiraron al agua para que no aparecieran nunca, pero cuando las aguas bajaron los restos quedaron diseminados en una misma zona», recordó el fiscal de la causa, Ricardo Fessia.
El dato que impulsó al caso lo aportó Carmen Cabrera, que era vecina de Carmen. La chica declaró que la madrugada del 7 de marzo vio a Encina salir de un taller. Según sus dichos, la víctima se tambaleaba al caminar e insultaba: «Van a ver lo que me hicieron», se le llegó a escuchar con claridad. Después observó que en la esquina fue interceptada por 3 personas.
La testigo observó desde cierta distancia, pero con nitidez, que los hombres golpeaban violentamente a la muchacha y que después la subían casi desvanecida a un Peugeot 504. Carmen Cabrera declaró varios meses después del crimen.
Los cuatro imputados rechazaron todos los cargos en contra. Uno de ellos sólo admitió que en la noche del crimen tuvo una relación sexual consentida con la víctima. La madrugada en que descuartizaron a Encina cayó una lluvia torrencial sobre Villa Ocampo. Muchos vieron cómo la mañana siguiente, cuando todavía caía agua, se lavaba con bastante ímpetu el automóvil 504.
El fiscal Fessia había solicitado en noviembre la condena de prisión perpetua por homicidio calificado agravado por ensañamiento y alevosía. «La autopsia reveló que los cortes habrían sido hechos en vida, con la víctima desmayada. Además se ocuparon de cortarle piezas anatómicas correspondientes al ano y la vagina. Por ejemplo, los labios de la vagina estaban seccionados. Mi teoría es que hicieron eso para encubrir una violación; Carmen se les murió por algo y no supieron qué hacer con el cuerpo», remarcó el fiscal.
Un crimen impune, el peor de los crímenes que ocurrieron en Villa Ocampo que hoy -7 de marzo de 2017- se cumplen 19 años.