Una de los principales retos para una organización, es mantener un público grande, satisfecho y deseoso de volver. Esto solo es posible cuando se posee un personal debida y capazmente entrenado para atender a estos, pero lo más importante, es la motivación al personal.
Esto es algo a lo que no se le da tanta importancia como al cliente y es posiblemente más importante que ellos. Si no sabes cómo dirigir y motivar a tus trabajadores, los mismos podrían ofrecer un trabajo y atención al público deficiente y serían una razón para ir a la quiebra.
Si lo que deseas es identificar a los trabajadores que están teniendo un ritmo indebido frente a los que mantienen uno por encima de tus expectativas y saber cómo afrontarlo, te lo explicamos a continuación de 9 posibles formas:
1.- Hacen el mínimo de trabajo necesario
Los empleados con una gran determinación suelen estar de bue ánimo frente al trabajo que se les presenta.
Un trabajador que apenas cumple con sus tareas, puede ser considerado como deficiente, más sin embargo, esto puede tener una razón.
Lo ideal es que te comuniques con cada uno de ellos de forma individual y trates de canalizar
2.- No recomendarían la empresa
Es algo muy importante lo que tus empleados piensen de la empresa, las razones por las cuáles la ven de esa forma y si todo suma algo positivo. En caso contrario, busca formas de darle a un segmento de estos, la oportunidad de probar nuevas aplicaciones al trabajo, como:
- Vacaciones ilimitadas.
- La opción de trabajar a distancia.
- Almuerzos saludables en la oficina.
- Presupuesto para el gimnasio.
3.- Evitan al gerente
No siempre es fácil mantener buenas relaciones entre el personal que está al pie de la jerarquía con quienes se encuentran sobre estos.
Es transcendental que busques la convivencia entre todos ellos y darles la oportunidad de conocerse mejor.
4.- Quejas sobre el trabajo
Los colaboradores pueden no estar del todo satisfechos con la empresa y su posición o algo más. El deber de todo gerente y jefe es de saber qué genera esto.
Horas extras, falta de reconocimiento, consideración de pocas ganancias, falta de incentivos. Agrega a sus contratos nuevas bonificaciones, ajuste sus salarios basados en objetivos. Ingéniatelas.
5.- Pierden el foco fácilmente
Un trabajador tiene hoy día una gran cantidad de elementos con los cuáles perder fácilmente toda su concentración. Esto no solo pasa debido a la facilidad y la tentación de poder hacerlo en cualquier momento sino, posiblemente, a estar muy abrumados por el trabajo.
Asume una nueva posición ante esto, un tanto de “laissez faire laissez passer”, es decir, dejar hacer dejar pasar… no se te sugiere hacer de la vista gorda, sino de permitir y fomentar un mejor ritmo de trabajo. Sugiere y coordina a los trabajadores, dales descansos intermedios de unos pocos minutos en el trabajo y luego organiza la vuelta al quehacer.
6.- Se conforman con “suficientemente bueno”
Un empleado que ante sus calificaciones se conforme con algo que tú crees que no es suficiente para su potencial, es algo frente a lo que debes actuar también.
Agradéceles su disposición y sus esfuerzos y dales aliento siendo parte de los procesos que llevan a cabo.
7.- Buscan otros trabajos
Un empleado que está “buscando más opciones”, es algo que debe preocuparte. Sé sabe que hay más peces en el agua y que nuevos trabajadores vendrán. Pero si esto sucede, es por alguna razón y puede que la misma sea algo directamente ligado a la compañía.
Asegúrate de mantener una franqueza profunda y poder dedicarse conversaciones sinceras de lo que sucede.
8.- Ponen excusas
Todos podemos llegar a presentar contratiempos y situaciones que imposibilitan el cumplimiento de reglas, normas y metas, las llegadas en horas puntuales o inclusive la misma asistencia. Pero cuando un trabajador tiene uno de estos cada 60 minutos, es cuando algo pasa.
Muchos trabajadores solo necesitan que se les dediquen unas palabras muy serias o mucha comprensión en situaciones delicadas. Sea como sea, la confianza debe ser mutua y perpetua en estos casos para hallar la solución.
9.- Evitan la participación
Cuando un empleado llega a estar muy ausente, tanto física como participativamente en los eventos y reuniones propias de la compañía y del grupo social que puede formar dentro de su área, debes saber cómo actuar.
Cada parte del equipo es una parte fundamental e irremplazable que debes saber cómo se mueve y cómo poder ayudar para que su acción sea más recíproca en el efecto que se busca como institución.
Trata de mantener los lazos sólidos; planea reuniones, celebra los cumpleaños e invita a todos tus subordinados a agasajos y cenas en las que todos puedan compartir para estar en mejor ambiente y sintonía.
Algunos pueden sentirse fuertemente abrumados por causas totalmente ajenas al trabajo, en su debido momento, debes saber ser jefe y acercarte a ellos para poder mejorar estas situaciones y tener un equipo de trabajo excepcional.
Si crees que esta práctica podría mejorar tu empresa. ¡Sugiere su implantación y comparte tu éxito en los comentarios!