En su mejor momento dijo vender 22.000 ejemplares los días domingos y lanzó ediciones regionales. Ahora coloca no más de un millar. Las malas administraciones como principales responsables.
El Diario Uno de Santa Fe fue el primero en la Provincia en acusar recibo de la caída de ventas de los diarios en papel: este viernes (31 de marzo) publicará su última edición impresa y de allí en más continuará sólo con un sitio digital.
El Uno de Santa Fe comenzó a publicarse el 25 de septiembre de 2005, como eslabón del despliegue de medios del grupo Vila – Manzano en la región Centro y como competencia directa de El Litoral. El primer paso lo habían dado con la compra del Diario La Capital de Rosario a fines de los 90 y también hicieron pie en Paraná, Entre Ríos, con otra versión del diario Uno, que tiene su cabecera en Mendoza.
En su mejor momento llegó a acusar la venta de unos 22 ejemplares, y entre 2009 y 2010 encaró una ofensiva en el centro y norte de la bota santafesina, son la publicación de semanarios regionales en Rafaela, Reconquista, Ceres, San Carlos, Tostado, Santo Tomé, Esperanza y Coronda. En Rafaela y Reconquista alcanzaron a desarrollar plataformas online propias. Según se pudo saber, en su última etapa las ventas de periódicos apenas alcanzaban los mil ejemplares.
Más allá de desaciertos empresariales y de caídas de los niveles del consumo de la población, la discontinuación de las ediciones impresas es un fenómeno que afecta a toda la industria gráfica a nivel nacional y mundial. La Nueva Provincia de Bahía Blanca empezó en julio del año pasado a publicar sólo días sábado, domingo y lunes, mientras que AGR, la impresora del grupo Clarín, atraviesa un prolongado conflicto por el cierre de una de sus plantas en la capital federal.
La novedad del Uno Santa Fe ya fue comunicada a su medio centenar de trabajadores, que en principio conservarán las fuentes de trabajo, aunque una porción de ellos sería relocalizada en el Uno de Paraná.
Malas administraciones
Diario Uno se caracterizó por intentar mostrarse como un diario fuerte y pionero a la hora de la implementación de novedades pero sin el respaldo real estas ilusiones terminan en poco tiempo. Además la diversificación de inversiones del grupo Vila-Manzano, que van desde petroleo hasta viñedos, hace que los emprendimientos más costosos vayan quedando de lado.
Diario Uno no logró imponerse en la capital provincial y pese a todos los intentos no pudo destronar al histórico Diario El Litoral quedando así relegado a un segundo plano con una decadencia paulatina que lo llevó a su final actual.
En Reconquista
En su mejor momento en la ciudad de Reconquista y alrededores llegó a vender más de 4.000 ejemplares imponiéndose por lejos como principal medio impreso de la región pero luego decidieron cerrar la oficina y dejaron a todos los empleados en la calle.