En lo que va del macrismo, la ciudad de Santa Fe se quedó con el 43 por ciento de estos fondos nacionales que llegaron a la provincia. Rosario, apenas el 3 por ciento.
En sus primeros dieciséis meses, el gobierno nacional destinó de forma directa 352,8 millones de pesos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a municipios y comunas de Santa Fe, y las porciones más importantes de esta torta de fondos frescos se las llevaron de la mesa las localidades alineadas políticamente al macrismo o que entablaron acuerdos políticos con la Casa Rosada. Los números hablan por sí solos, pero hay algunos casos que adquieren ribetes grotescos: la glotona capital provincial, liderada por José Corral, fue la que se devoró gran parte de estos recursos que la Nación reparte arbitrariamente: recibió en total 152 millones de pesos en concepto de ATN. La única explicación para tamaño beneficio es que Corral es presidente de la UCR nacional, integrante de Cambiemos. En el mismo período, Rosario (gobernada por el socialismo) apenas percibió 12 millones, pese a que tiene más del doble de habitantes. Pertenecer, evidentemente, tiene sus privilegios.
Intendentes y jefes comunales opositores al gobierno nacional vienen expresando por lo bajo sus quejas sobre que son discriminados por la Casa Rosada a la hora del reparto de obras y fondos. Es lo mismo que sucedía durante el gobierno kirchnerista, cuando fueron numerosas las denuncias respecto de que en el reparto de recursos se favorecía a aliados al oficialismo y se perjudicaba a las localidades con signo político opositor. Es decir, el contenido ideológico ha cambiado, pero las formas de gobernar son las mismas. La separación de lo institucional de lo político partidario no parece ser una tarea sencilla para la cultura democrática argentina.
Los ATN constituyen un fondo establecido por ley para que la Nación pueda auxiliar a las localidades con situaciones de emergencia y desequilibrios financieros (ver aparte). Pero en lugar de que se distribuya de manera ecuánime y objetiva, históricamente se terminó transformando en una caja política que utiliza el gobierno nacional de turno para beneficiar a las intendencias y comunas «amigas». Clientelismo puro y duro.
Si no, ¿cómo se explica que la ciudad de Santa Fe se lleve el 43 por ciento del total de los ATN que llegaron a la provincia desde que Macri asumió la Presidencia, mientras que Rosario sólo percibió el 3,4 por ciento? ¿Y cómo se entiende que Rosario esté rankeada en la estadística general de ATN por debajo de Rafaela y Reconquista (ambas gobernadas por el PJ), que se beneficiaron con 15 millones de pesos y 12,2 millones, respectivamente? Puede sorprender que en el ranking aparezcan muy bien posicionados algunos municipios peronistas, pero tiene una clara explicación política: distintas fuentes aseguraron a La Capital que estos son gestionados directamente por el senador nacional Omar Perotti. El legislador y ex candidato a gobernador mantiene una fluida relación con el macrismo, que se manifiesta en un trato privilegiado de parte de la Nación hacia los intendentes y jefes comunales que están bajo su ala política y, como contraprestación, en el acompañamiento de Perotti a iniciativas del oficialismo en la Cámara alta.
Otro dato que revela la falta de institucionalidad y equidad a la hora de distribuir estos fondos es que en los hechos sea un diputado provincial y no un funcionario nacional el principal gestor, informal por cierto, de esta caja del Estado. Distintos intendentes y jefes comunales aseguran que el legislador Federico Angelini, uno de los armadores políticos del macrismo de esta provincia, es quien define el destino de la mayoría de los ATN que se distribuyen en Santa Fe. Incluso algunos revelaron que el legislador impone algunas «condiciones» a los municipios, situación que ya fue planteada por varios dirigentes ante altos funcionarios del Ministerio del Interior de la Nación.
No son muchas las localidades de la provincia que son gobernadas por el PRO, pero todas —incluso las más pequeñas— han recibido generosos ATN desde que asumió Macri. Tal el caso de las ciudades de Rufino (18.980 habitantes) y Funes (23.520 habitantes), que percibieron 3 millones de pesos cada una. Aún más sorprendente es Campo Piaggio (ubicada a 97 kilómetros de Rosario), que tiene apenas 86 habitantes y cuyo presidente comunal del PRO, Adrián D’Angelo, ya recibió dos giros por un total de 800.000 pesos. A razón de 9.300 pesos por habitante, todo un récord en la historia de los ATN.
Al mismo tiempo, Casilda, gobernada por un radical y con 35.058 habitantes, percibió sólo $150.000 ($4,27 por persona), pese a los graves problemas que padeció en enero pasado por las inundaciones. Y a Villa Gobernador Gálvez, con intendente socialista y 80.769 habitantes, llegaron tan sólo $5 millones ($61 por persona) cuando es sin duda el municipio con mayores problemas financieros de toda la provincia, ya que cuenta con ínfimos recursos propios para hacer frente a una ciudad con graves problemas de pobreza e infraestructura.
Otro dato que sobresale en el ranking de ATN es que en el fondo de esta tabla aparezca una ciudad de las dimensiones de Venado Tuerto, que tiene 76.432 habitantes. La explicación indudablemente reside en que está gobernada por un kirchnerista duro como José Luis Freyre. En los dieciséis meses que va del gobierno de Macri, no recibió ni un peso en concepto de ATN.
Algunos lo justificarán diciendo que este intendente kirchnerista está tomando una dosis de su propia medicina, pero la perversa lógica de amigo-enemigo, la aplique quien la aplique, contamina y degrada a la cultura política argentina.
La perversa lógica de amigo-enemigo al distribuir fondos contamina la cultura política argentina.
La Capital