La frase de Gustavo López generó la ira de los concejales del Frente Progresista, pero el legislador no se arrepintió de sus dichos sino que incluso redobló la apuesta y los trató de «demagogos» por sugerir la pavimentación de una calle de barrio Chapero.
La llegada de Gustavo López al Concejo Municipal ha generado no solo la ruptura con Soledad Zalazar, que ahora tiene un bloque unipersonal, sino también rompió varios códigos que estaban implícitos en el cuerpo.
Uno de estos códigos tiene que ver con las recomendaciones que se le hacen al ejecutivo. Es que los concejales suelen mantener reuniones con los vecinos y luego de estas se presentan proyectos de recomendación con sugerencias al ejecutivo municipal. Habitualmente estas sugerencias se aprueban sin más y pasan sin mayores discusiones porque es la forma en que los concejales tienen de cumplir con los vecinos. De esta manera los partidos políticos de Reconquista habían llegado a un acuerdo y se aprobaban siempre. Hasta ahora.
Ya con el bloque justicialista roto y con Soledad Zalazar fuera del grupo, los concejales del Bloque Partido Justicialista se volvieron radicales respecto de los proyectos que salen desde la oposición y todo quieren enfriarlo y llevarlo a las comisiones. Esto pasó por la sugerencia de pavimentación de dos cuadras en barrio Chapero.
Los concejales del Frente Progresista proponían que se tengan en cuenta estas calles para poder cerrar el anillo de calle 25 de Mayo y hacer que 9 de Julio se transforme en mano única dentro de barrio Chapero, algo que se intenta desde hace años pero que sin esta pavimentación es imposible.
Los concejales oficialistas se negaron a acompañar la iniciativa y pedían pasarla a comisión para estudiar detalladamente y así enfriar el tema.
Pero la discusión hubiera quedado allí si Gustavo López no se lanzaba con la frase que generó un verdadero polvaredal dentro del cuerpo: “Lo que faltaría es que venga cualquier concejal y nos diga lo que tenemos que hacer”, expresó y logró la ira de todos los concejales del Frente Progresista que pidieron la palabra para criticarlo y proponer el cierre del Concejo en caso de no poder expresar visiones diferentes de cómo gobernar la ciudad.
“Si no vamos a poder expresarnos yo propongo que cerremos el Concejo y nos vayamos cada cual a su casa”, dijo Eduardo Paoletti a lo que Adobato también acotó preguntando qué considera López que es “cualquier concejal”.
Luego de la acalorada discusión, se sometió el tema a votación y Soledad Zalazar votó junto a la oposición y el proyecto fue aprobado.