Está imputado por «femicidio en grado de tentativa» y está detenido desde hace 450 días. El juez ordenó que siga tras las rejas hasta el juicio que es «inminente».
La defensa, a cargo del Dr. Andrés Ghío, pidió que pase a estar en «prisión domiciliaria» en casa de su madre. La Fiscalía y la Querella se negaron al pedido.
Andrés Ghío sostenía que ya había pasado demasiado tiempo y que ya no corría riesgo el proceso ya que se ha realizado la acusación y elevación a juicio. Además brindó como garantía una fianza y también a su madre que sería su guardadora tomando licencia como docente.
El Fiscal Rubén Martínez se opuso a este pedido y al igual que la Querella, a cargo de los abogados Benetucci y Degoumois, coincidieron en que el riesgo probatorio «ha aumentado» en estos tiempos porque el imputado podría anticipar que será condenado y esto lo motivaría a fugarse.
Antes de que el juez tome su decisión hablaron tanto la víctima como el imputado.
Macarena Ardit pidió que siga detenido porque «vive a cinco cuadras» de su casa y además porque si recibe ese beneficio «la que va a estar encerrada voy a ser yo», haciendo referencia al temor que la aqueja.
Luego el imputado Mauricio Suligoy dijo que cometió «un error» y que quiere «pagar» por lo que ha hecho pero que quiere «un juicio justo» para poder defenderse y hasta ese momento esperar en casa de su madre y rodeado de sus afectos.
El juez Gonzalo Basualdo decidió que siga detenido hasta el momento en que se conforme el tribunal pluripersonal y se inicie el Juicio Oral y Público.