Desde el Ministerio nacional aseguran que la transformación arranca en 2018. Desde la Provincia, que no hay nada acordado.
El Ministerio de Educación y Deportes de la Nación impulsa un cambio para la escuela secundaria para 2018 centrado en cómo ingresan los docentes al nivel, cómo se planifican los aprendizajes y en un nuevo régimen académico que obligue al trabajo interdisciplinario. La secretaria de Innovación y Calidad Educativa de Nación, Mercedes Miguel, fue quien hizo este adelanto durante un foro realizado en Buenos Aires. También afirmó que hay avances en un consenso federal para que comience en poco tiempo esta transformación. Sin embargo, desde el Ministerio de Educación de Santa Fe desmienten tal acuerdo y consideran que se trata de «un anuncio unilateral».
«Apenas asumimos, hace 16 meses, lo primero que hicimos fue crear una Red Federal para la Mejora de los Aprendizajes, donde estamos los 24 equipos de todas las provincias. Una vez por mes nos reunimos para una agenda concreta. Ahora hemos puesto el foco en la escuela secundaria de la Argentina, que amerita una transformación profunda, sobre la que ya no hay más tiempo que perder», expresó la secretaria de Innovación Mercedes Miguel, durante el XII Foro Latinoamericano de Educación organizado por Fundación Santilla, el lunes y martes pasado en Buenos Aires.
En una entrevista en vivo, donde la doctora en educación de la Universidad de San Andrés Melina Furman ofició de periodista, Miguel hizo públicas algunas puntas sobre este proyecto. Y a pesar de que hasta el momento, los docentes y estudiantes se informan por los medios de lo que se prepara para la secundaria argentina, la funcionaria nacional afirmó que se eligió el camino de innovar «con las escuelas, con los docentes, con los directores, con los supervisores, con los ministros y ministras». Esas innovaciones —puntualizó— pasan por aprendizajes interdisciplinarios, planificaciones a nivel institucional (el trabajo por proyectos institucionales) y cómo ingresan los profesores y las profesoras al nivel secundario. Y aunque en este nivel rigen mayormente las horas cátedra, habló todo el tiempo de «cargos».
«La Escuela Secundaria 2030, que es como la denominamos, la estamos trabajando con los 24 ministros y ministras. Nos encontramos una vez por mes en la Red Federal para la Mejora de los Aprendizajes y tenemos algunas dimensiones muy concretas de trabajo. Aspiramos a tener una resolución del Consejo Federal de Educación donde todos los ministros se comprometan a hacer estos cambios», expresó Miguel en el Foro confiada en que «en dos meses» estará aprobada esa herramienta legal para comenzar con los cambios, ya que aseguró hay un trabajo muy avanzado con todos los equipos jurisdiccionales. Anunció el 2018 como el año de inicio de la nueva secundaria, al menos en seis provincias (sin mencionarlas).
Enseguida se explayó sobre las cuestiones que define como «cruciales, críticas y más provocativas, que son las que van a romper la estructura para que empiecen a pasar otras cosas». Una es «cómo acceden los docentes al cargo. Todavía tenemos un sistema muy compartimentado en términos de un profesor que accede a una escuela, a un año, a una sección, a dictar una asignatura. Necesitamos esta transformación para que el docente pueda ingresar a la institución y trabajar con su equipo de colegas».
Y continuó: «Hemos creado un nuevo marco que se llama MOA (Marco de la Organización de los Aprendizajes) que propone la obligatoriedad del trabajo interdisciplinario, para empezar a tener en todas las escuelas. Algunas provincias ya lo están haciendo, pero queremos avanzar para que todas las escuelas tengan una planificación institucional donde puedan fijar su rumbo de aprendizajes». Agregó que no será un solo marco para todo el país, sino que «cada provincia tiene que ponerse a pensar cómo se acredita, cómo se evalúa y cómo se organiza el aprendizaje a nivel institucional. La sostenibilidad va a venir de la mano de lo que van a hacer las provincias con sus equipos técnicos, que están trabajando con nosotros en esta estrategia».
Entre otros aspectos que adelantó de los cambios promovidos consideró «la capacidad de los profesores de trabajar en otros espacios, de ser más disruptivos en términos de la organización escolar»; también que se trabaja en un nuevo catálogo de edificación «para que los nuevos edificios que se construyan a nivel nacional sean también más disruptivos y generen nuevos espacios en escuelas». Además, se proyecta que «en los tres últimos años (del nivel) los estudiantes puedan hacer aprendizaje en servicio o aprendizaje situado, que se conectan con la comunidad, para que valga la pena y le encuentren sentido a la escuela».
El Foro de Santillana se realizó en el Centro Cultural de la Ciencia, en un auditorio colmado de docentes. Quizás porque era la última expositora de la jornada del lunes o por otras razones, pero llamativamente cuando Miguel era entrevistada por Furman, un importante número de asistentes dejó la sala.
En esa charla que pretendió ser distendida, Mercedes Miguel propuso aprender de «la naturaleza», de «los ecosistemas», para enfrentar las transformaciones. También definió que «el cambio en un país como la Argentina viene de la mano de mucha concentración y mucha conciencia de dejar de lado el debate, la teoría, la investigación de la investigación de los procesos y pasar a la acción». Y que en «política educativa no debería haber política partidaria». Además de confesar que su gran aprendizaje en el paso por la gestión fue «abrazar a todos, sumar a todos y trabajar con muchos tipos de profesionales». En tanto confió que le quita el sueño «ver los ojos sin brillos en educación».
Qué dicen en Santa Fe
¿Cómo participa Santa Fe de estos cambios que promueve Nación para la secundaria? Consultado por LaCapital, el secretario de Educación provincial, Oscar Di Paolo, se diferenció de las aseveraciones de Mercedes Miguel, al definir que los cambios necesarios deben darse de manera dialogada y no en forma unilateral. Repasó las últimas reuniones federales, tanto de equipos técnicos, como de ministros. En particular, las de principio de mayo en Bariloche, donde se mostró la reforma que impulsa Río Negro en este nivel y que calificó de «profunda, sistémica y radical». Dijo que en ese encuentro Mercedes Miguel planteó el 2018 como meta para arrancar, pero que también desde los equipos ministeriales le solicitaron «que sea un proceso gradual, progresivo». «En ninguna reunión se dio nada por cerrado. Más bien se dejó en claro que esto es un proceso y en esa línea se seguirá trabajando como lo hacemos hasta ahora. En términos generales, la gran mayoría (de los ministerios) dudamos que se inicie en el 2018. La veo muy optimista a Miguel», expresó.
El secretario provincial consideró que si bien hay acuerdo que debe haber un cambio para la escuela secundaria, este debe ser contextualizado y local, además de contemplar una política de diálogo con las distintas organizaciones que participan, como por ejemplo los gremios docentes. «Nación no tiene charla con los gremios porque no hay paritaria a nivel nacional. Por tanto me animo a decir que esto que se (anuncia) es unilateral, cuando la transformación debe ser dialogada», observó Di Paolo.
Y ya puntualmente sobre los anuncios nacionales sobre dónde poner el foco de las trasformaciones, como el del ingreso de los profesores, analizó que no puede tratarse de una medida que se baje a las jurisdicciones. «Todos estamos de acuerdo con que no pueden existir los profesores taxis (que van de una escuela a otra). Algo que tenemos más o menos resuelto en la provincia, donde los docentes no pueden anotarse en más de seis escuelas y luego quedar en tres. Pero tampoco tenemos el convencimiento de que transformar horas en cargos resuelve el problema. Para nosotros el problema de la escuela secundaria es de orden pedagógico, cómo se resuelven los tiempos y los espacios de la escuela secundaria».
El secretario de Educación de Santa Fe también mencionó que en la provincia ya se vienen dando cambios en la gestión y en el currículo, con los llamados Núcleos Interdisciplinarios de Contenidos (NIC): «Nosotros venimos trabajando en eso, pero no vamos a hacer un cambio compulsivo obligando a las escuelas a que de un día para otro adopten una forma de trabajar, porque esto implica un cambio en las prácticas sociales y pedagógicas».
—¿Hay una diferencia entre Nación y Provincia para hacer estos cambios en el secundario?
—Sí, nosotros creemos que se tiene que hacer en forma paulatina, no radical; que esta es una transformación de las prácticas. En educación no hay revoluciones ni catástrofes, debe trabajarse como una construcción. Sin dudas, estamos convencidos que el secundario necesita mejorar las prácticas de enseñanza, los aprendizajes. Llevará un tiempo que es largo y que debe darse codo a codo con los docentes, como venimos haciendo con toda la política educativa.