A una semana de las Paso, el gobernador santafesino dio un fuerte respaldo a los precandidatos a diputado nacional y a concejal frentistas y se despachó con críticas a la gestión de Cambiemos.
«Siempre tengo buenas expectativas», admite Miguel Lifschitz a La Capital, a una semana de las Paso. Y, mientras se asegura un sillón ubicado a la cabecera de una amplia mesa («Es mi cábala antes de cada elección»), fundamenta con la mira centrada en la administración de Mauricio Macri: «La sensación térmica de la opinión pública indica que hay una mayoría silenciosa, pero que no está conforme con las políticas económicas y sociales de la Nación».
En clave de campaña, el jefe de la Casa Gris no ahorra elogios a los precandidatos a diputado nacional y a concejal de Rosario que cuentan con su respaldo. De hecho, destaca la apuesta política para la ciudad como «un proyecto innovador para lo que históricamente fue el Frente Progresista (FPCyS) o el socialismo».
Tras reconocer que «es una elección extraña porque hay mucha confusión», abonada por un alto porcentaje de indefinición de votantes, el gobernador se muestra confiado en que el FPCyS logrará romper la polarización que pretende instalar Cambiemos. Además, reafirma las diferencias con los radicales santafesinos afines al macrismo y relativiza una posible buena performance de la ex presidenta Cristina Fernández en territorio bonaerense: «El kirchnerismo es un proyecto político totalmente agotado. Si todavía puede ganar en esa provincia es porque la Nación no supo llevar adelante políticas para atender la demanda social».
—Ultima semana de campaña para las Paso. ¿Las expectativas son altas?
—Siempre tengo buenas expectativas, y estos comicios no son la excepción. Es una elección extraña porque hay mucha confusión. Tengo una encuesta de opinión en la que casi el 60 por ciento de los santafesinos todavía no decidió su voto. Es entendible porque, además del sistema de las Paso, con tal cantidad de candidaturas, algunas desconocidas o de partidos que nadie registra, el hecho de tener la publicidad de postulantes de otros distritos a través de los medios nacionales genera una confusión importante. Pero estamos empeñados en hacer conocer a nuestro precandidato a diputado (el ministro de la Producción provincial) Luis Contigiani, un gran postulante. Obviamente, hay una tarea de instalación que lleva tiempo. Lograremos una parte en esta primera etapa y en los próximos 60 días seguiremos trabajando intensamente. Es una buena lista que representa al FPCyS y a nuestro gobierno.
—¿Lo propio ocurre en Rosario?
—En Rosario, también con una gran dispersión de listas y precandidaturas, apostamos a un proyecto innovador para lo que históricamente fue el FPCyS o el socialismo en la ciudad. Llevamos como cabeza de lista para el Concejo a un dirigente joven pero con experiencia como (el secretario general del municipio) Pablo Javkin, quien no proviene de nuestro partido y se ha integrado a un trabajo conjunto. En segundo lugar está Verónica Irízar, una dirigente joven del partido que ya demostró su talento y compromiso con Rosario. Y luego tenemos a Lisandro Zeno, una figura de la sociedad civil con un gran valor humano. Entonces, podemos reflejar en esa nómina lo mejor de lo que hemos realizado en la ciudad, pero también un gran espíritu de renovación.
—Macri y sus precandidatos dan por sentado que Santa Fe «se sumará al cambio»…
—Habrá que ver cómo se traduce eso en resultados en las urnas. La sensación térmica de la opinión pública indica que hay una mayoría silenciosa, pero que no está conforme con las políticas económicas y sociales de la Nación. Una mayoría que será de 65 ó 70 por ciento y que, lógicamente, tiene distintas expresiones. Será clave si, en esa dispersión, la fórmula de Cambiemos en Santa Fe puede lograr una primera minoría, por decirlo de algún modo. El FPCyS es una realidad, con una fuerte presencia territorial en la provincia y vamos a disputar ese el lugar de representación política. El peronismo aparece, en esta oportunidad, con menor potencia electoral. Pero nunca hay que subestimarlo.
—Todo indica que las luces de alerta en la economía se reflejarán en los votos…
—Van a pesar, y habrá que ver cuánto también esta campaña nacional tan fuerte a favor del gobierno. Porque existe una búsqueda de polarizar al electorado y algún efecto eso tendrá. Creo que la gente siempre termina haciendo un voto inteligente y no es la primera vez que rompemos una polarización y logramos triunfos importantes en Santa Fe. El hecho de contar con 400 listas locales, algo que ningún otro frente posee, es una fortaleza que se hará sentir al momento de votar.
—Los gobernadores del PJ se plantaron frente a Macri y pidieron más recursos…
—Estamos en contacto permanente con esos gobernadores. Compartimos el planteo y nadie se opone a que Buenos Aires pueda recuperar recursos perdidos históricamente, pero que eso no sea a costa de las otras provincias. De todos modos, la reunión también tuvo un claro mensaje político a la Casa Rosada, más allá del reclamo de fondo.
—¿Es difícil armonizar la relación con la Nación cuando, al mismo tiempo, referentes oficialistas como Elisa Carrió desatan un vendaval sobre referentes frentistas?
—Es verdad que, cuando ocurren estas cosas, se hace difícil porque son conductas políticas que no encuadran dentro de lo que debe ser el comportamiento democrático y republicano de las instituciones. Hablamos de la utilización permanente de la descalificación y el agravio, del amigo-enemigo, que mucho nos hace acordar al gobierno anterior, con otros matices. No creo en esas clasificaciones. Hay que buscar liderazgos que unan, que tengan capacidad de integrar y de conformar espacios plurales. Por eso estamos orgullosos de nuestra construcción política en Santa Fe, no sólo al interior del FPCyS sino a nivel de diálogo y convivencia con el resto de los partidos de la provincia. Ojalá todo esto fuera viable a nivel nacional.
—Pero con José Corral y los radicales santafesinos enrolados en Cambiemos hay una grieta que cada vez se ensancha más…
EM_DASHTengo una buena relación con Corral, en el sentido de que lo respeto: es el intendente de Santa Fe e, institucionalmente, seguiremos trabajando juntos. Claro está que me ha decepcionado, porque integró el FPCyS y porque hicimos campaña juntos en 2015. Sin embargo, su cambio de bando no nos debilitó. Al contrario, nos fortaleció: tenemos un perfil político más claro y gran parte de la UCR se quedó en el Frente Progresista.
—¿Cómo evalúa la proyección electoral de Cristina en Buenos Aires?
—Creo que el kirchnerismo es un proyecto político totalmente agotado. No tiene ninguna chance, y si Cristina todavía puede ganar una elección en esa provincia es porque el gobierno nacional no supo llevar adelante políticas para atender la demanda social de los sectores populares y medios, de los trabajadores y los pequeños empresarios de ese entramado tan denso del conurbano bonaerense.
recta final. El gobernador se metió de lleno en la campaña para las inminentes Paso.