La decisión se tomó tras los incidentes en el Senado bonaerense y en el ministerio que conduce Cristian Ritondo
Desde el último fin de semana las autoridades nacionales, del gobierno de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires decidieron reforzar la seguridad de la Casa Rosada, de los principales ministerios, sobre todo los de Seguridad, y de las Unidades Penitenciarias Bonaerenses. También se envió una «recomendación» de «extremar medidas de prevención para el personal» policial, a quien se le aconsejó que no viaje en trasporte público uniformado. La idea es no «generar alarma» entre la población, por eso las disposiciones –menos en el Servicio Penitenciario Bonaerense– no se realizaron por escrito.
Las medidas se tomaron después de los incidentes que se vienen sucediendo desde la desaparición de Santiago Maldonado en la provincia de Chubut el 1 de agosto; de la bomba molotov arrojada contra el Senado bonaerense el jueves durante una marcha por la aparición con vida del artesano desaparecido, y el «atentado» –según las palabras del ministro de Seguridad Cristian Ritondo– perpetrado en el estacionamiento externo de la sede de su cartera ese mismo día, tres horas más tarde, que derivó en el incendio de dos autos y quemaduras leves en la cara y las manos de un efectivo que evitó que estallaran otros dos bidones de combustible, la semana pasada.
Por ese hecho, Asuntos Internos investiga la posible participación de un «Teniente Primero de la Patrulla de Tigre». Esto ocurre por una denuncia anónima que llegó al ministerio provincial realizada por otro policía el viernes 25.
Según sus dichos, este policía es compañero del oficial señalado «que está en contra de la gestión de la gobernadora Vidal y de sus políticas de seguridad», y lo habría escuchado hablar sobre las bombas caseras que haría estallar «en el baño el jueves 24 mientras hablaba por teléfono el miércoles 23».
Guillermo Berra, el auditor general de Asuntos Internos, ya derivó el legajo del oficial señalado y la denuncia a la UFI 1 de La Plata, a cargo de Ana Medina, que investiga los incidentes, pero hasta ahora no se tomaron medidas.
«Los dichos del policía pueden ser ciertos o puede tratarse de una interna policial, como suele ocurrir. Si fuese por mí ya estaría allanando su casa, pero no tengo esa potestad. Eso lo debe decidir la fiscalía», le dijo a Infobae el abogado Berra.
Después del ataque al ministerio de Seguridad, Ritondo decidió desplazar al jefe de inteligencia criminal de la policía Bonaerense, el comisario general Héctor Valentín Puente. En su lugar quedó, al menos por ahora, el comisario mayor Víctor Carro, quien iba a pasar a retiro, junto al mismo Puente, a fin de mes. Pero los acontecimientos aceleraron la partida de uno y la demora de su segundo.
Mayor seguridad y control
El domingo pasado, tanto la Policía Federal como de la Ciudad reforzaron los operativos de las brigadas en la ciudad de Buenos Aires «para sumar prevención», según reconoció ante Infobae uno de los responsables de llevar a cabo el refuerzo de patrullajes que se centraron en los puntos neurálgicos del microcentro porteño, las principales avenidas, como Santa Fe, Corrientes, Rivadavia, 9 de Julio –solo por nombrar algunas– los alrededores de Plaza de Mayo, Casa de Gobierno, Banco Nación, la Casa de la Provincia de Buenos Aires y de Chubut, y las estaciones de subte y los andenes del Ferrocarril Sarmiento.
La propia Policía de la Ciudad fue también la encargada de concentrar un mayor número de efectivos, en moto y móviles en las cercanías del Edificio Centinela, la sede central de Gendarmería Nacional, ubicada en la avenida Antártida Argentina al 1400, en Retiro.
Algo similar ocurrió en la avenida General Gelly y Obes al 2200, donde funciona el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de la ministra Patricia Bullrich.
En la ciudad de La Plata ocurrió algo similar en la Casa de Gobierno provincial, el ministerio de Seguridad, a cargo de Cristian Ritondo, el Palacio de Tribunales, y el Senado, ubicado en la Avenida 7 y la calle 50, y la Cámara de Diputados, en la calle 53 entre 7 y 8.
Por su parte las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense, a través del comunicado 249, y producido por la Dirección General de Coordinación y de la Dirección General de Seguridad, resolvieron, un día después de las bombas caseras en el parking del ministerio, «arbitrar todas las medidas necesarias tendientes a incrementar la seguridad en cada establecimiento carcelario; implementando recargos de personal acordes a las características propias y necesidades particulares de las Unidades y/o Alcaldías, cubriendo todos los sectores considerados vulnerables».
Durante la mañana de hoy, funcionarios de segunda línea de los ministerios de Seguridad de ciudad y provincia de Buenos Aires también mantuvieron reuniones para compartir información y bajar la tensión que se vive en algunos sectores internos que tienden a magnificar los incidentes que Ritondo calificó de «atentados», aunque la causa judicial no los califica de esa manera.