El gobierno de Macri debió introducir numerosas modificaciones al proyecto original que había sido considerado inaceptable por el triunvirato que conduce la central de trabajadores.
La Confederación General del Trabajo (CGT) y el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, llegaron este miércoles a un principio de acuerdo en torno al proyecto de fiscalización laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri.
El Gobierno y los representantes de los trabajadores acordaron «los puntos y artículos del proyecto de reforma laboral que aún generaban discordia».
El principio de acuerdo llegó tras una reunión que mantuvo la «mesa chica» de la central obrera y el titular de la cartera laboral en la Sociedad Rural Argentina (SRA), en un paréntesis de la IV Cumbre Mundial para la Erradicación Sostenible del Trabajo Infantil que se desarrolla en ese predio que organiza la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El propio Ministerio de Trabajo anunció que llegó a un «consenso» con la conducción de la CGT para enviar el proyecto de reforma laboral al Congreso, donde será tratado «en las próximas semanas».
En el comunicado la cartera que conduce Triaca informó que «se alcanzó el nivel de consenso necesario con los representantes de cada uno de los sectores». Desde la oficina de la calle Alem se mostraron optimistas respecto a los tiempos al considerar que «se espera que en los próximos días el proyecto sea girado al Congreso para ser tratado en ambas cámaras».
Si bien el comunicado de Trabajo no especificó cuáles fueron los cambios que se introdujeron en el borrador original del proyecto para disminuir el malestar de la CGT con la iniciativa, trascendió que el Gobierno habría accedido a dar marcha atrás con la tercerización de servicios de transporte, limpieza y seguridad para empresas y se habría eliminado la propuesta inicial de introducir la categoría de «trabajador independiente».