La adolescente de 12 años esperaba un transplante desde julio, cuando se agravó su patología cardíaca.
El Incucai confirmó que este miércoles por la mañana, en la Fundación Favaloro murió Justina Lo Cane, la adolescente de 12 años que esperaba un trasplante de corazón desde julio, cuando se agravó la patología cardíaca que padecía. Su caso conmovió al país porque junto a su familia comenzó La Campaña de Justina, una iniciativa que puso en foco la donación de órganos bajo el eslogan Multiplicate por 7, que significa que cada donante puede salvar entre 7 y 9 vidas.
En la página de Facebook de la campaña, sus familiares habían advertido esta semana que su cuadro se estaba agravando. “El estado de salud de Justina es crítico, cada día que pasa le juega en contra”. También agradecieron a los familiares de personas fallecidas que ofrecieron los órganos pero aclararon “que no se puede dirigir la donación de un corazón a alguien en particular. Es un proceso bien cuidado por el Incucai”.
La semana pasada, el padre de Justina, Ezequiel Lo Cane, habló con El Litoral para destacar la importancia de las campañas para que más argentinos manifiesten su voluntad de donar sus órganos en la página web del Incucai.
“A principios de agosto, cuando comenzamos con la campaña, había 9,23 donantes por millón de habitantes en el país y ahora hay 11,9 donantes por millón de habitantes. Subió dos puntos en tres meses”, precisó Lo Cane.
En la Argentina hay casi 11.000 personas que esperan un órgano o un tejido y en lo que va de 2017 se realizaron más de 1.300 trasplantes de órganos, 930 de córneas y 3.804 de tejidos.