Las cuotas se encarecerán un 10 por ciento, en promedio. También se eleva el monto de ingresos solicitados para acceder a los préstamos.
Diciembre llegó con un aluvión de incrementos y la inflación presiona más sobre gran parte de la población. A las subas de la tarifa de la luz, del gas, los combustibles y las cuotas de la medicina prepaga, ahora también hay que sumarle el encarecimiento del crédito, producto del alza de la tasa de referencia que recientemente dispuso el Banco Central de la República Argentina. Ayer se conoció que los bancos que otorgan préstamos hipotecarios atados al índice UVA subirán la tasa de interés. Y esto no es todo, en breve se conocerán las subas de la tarifa de Aguas Santafesinas (Assa) y del impuesto inmobiliario.
Aunque el incremento de la tasa de interés será para los nuevos tomadores de créditos hipotecarios (no incluye a los que ya tienen otorgado un préstamo ni a quienes cuentan con una solicitud presentada), el anuncio de la suba despertó la inquietud de los aspirantes a flamantes propietarios. Se estima que las cuotas se encarecerán un 10 por ciento.
«Los cambios de tasas son para los nuevos contratos, los pagos que firmaste en UVA están fijos en UVA y sólo cambian por la variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC)», aclaró el vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach.
Hasta el momento trascendió que los créditos hipotecarios ajustados a UVA del Banco Nación pasarán de una tasa del 3,5 a 5 por ciento, para quienes cobran en la entidad mientras que el resto de los usuarios pasará de 4 a 7,5 por ciento. De esta forma, un crédito por 1 millón de pesos que tenía una cuota de $4.490 subirá a $ 5.368. También se elevará casi un 20 por ciento el piso de ingreso solicitado para poder tomar un préstamo: se pasará de 17.962 a 21.493 pesos.
El raid de incrementos tuvo su capítulo el fin de semana, cuando las empresas YPF y Shell, que representan el 75 por ciento del mercado local de combustibles en el segmento minorista, incrementaron 6 por ciento las naftas y gasoil, producto del incremento del precio internacional del crudo y del reacomodamiento de valores de los biocombustibles.
El resto de las petroleras que participan del mercado local aún no precisaron qué decisiones adoptarán respecto a sus precios.
La seguidilla de subas tuvo un viernes intensivo cuando se conoció que las tarifas de electricidad para usuarios residenciales de las provincias aumentarán 18 por ciento en diciembre y en total un 31 por ciento, ya que en febrero volverá a incrementarte un 13 por ciento. Así se desprende del nuevo cuadro tarifario que presentó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, para el precio mayorista de la energía. No obstante, estos no son los números finales de aumentos que los santafesinos recibirán en su factura ya que aún resta conocer el incremento por el servicio de distribución, que está a cargo de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). En lo que respecta al gas, el alza será del 45 por ciento entre diciembre y marzo de 2018, cuando la Secretaría de Energía vuelva a fijar un nuevo incremento.
No obstante, todavía falta conocerse el aumento de la tarifa que se le permitirá realizar a Litoral Gas. Durante la audiencia pública que se realizó en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Fe, la distribuidora solicitó una recomposición que ronda el 15 por ciento.
Además, la reducción de subsidios al gas que está en marcha también alcanza al GNC pasará de 35 por ciento al 29 por ciento. De esta forma también se sufrirá un incremento el precio del metro cúbico de venta al público en las estaciones de servicio.
También el viernes pasado comenzó a regir el incremento autorizado para las empresas de medicina prepaga, la quinta suba del año, en este caso del 6 por ciento.
De esta forma los planes de salud que ofrecen esas compañías acumularon en 2017 un aumento del 27 por ciento, un porcentaje que se ubica por encima de la inflación estimada.
Resta todavía por conocerse cuál serán las subas de la tarifa de la empresa Aguas Santafesinas (Assa), del impuesto inmobiliario (tanto rural como urbano )y, a nivel municipal, de la tasa general de inmuebles (TGI).
El ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione, anticipó que la suba del inmobiliario rural para 2018 rondaría entre el 25 y 30 por ciento y el inmobiliario urbano cerca del 30 por ciento. Además, los cambios incluirían también correcciones al interior del tributo para salvar las distorsiones provocadas entre el valor catastral y el precio de mercado de los inmuebles.
En tanto, en la Municipalidad de Rosario estiman que la suba de la TGI será de más del 18 por ciento que ya se había aprobado.
Es que el Ejecutivo municipal presentó en el proyecto de presupuesto 2018 un pedido de aumento de la tasa general de inmuebles del 15 por ciento —para el 75 por ciento de las cuentas— que se destinará íntegramente al fondo compensador del transporte urbano de pasajeros, recursos que prevén utilizar para subsidiar un peso por cada boleto.
En tanto, Assa empezó a discutir con el Ministerio de Infraestructura y Transporte de la provincia la adecuación del cuatro tarifario para el año entrante.
El Enress debe convocar a audiencia pública.