El ex ministro de Economía propuso un canje de deuda entre el BCRA y el Tesoro: Lebac por títulos públicos intransferibles. La operatoria permitirá una «separación más clara de la política monetaria».
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo analizó en su blog personal los alcances de las medidas económicas expuestas el pasado 28 de diciembre por el jefe de Gabinete Marcos Peña, los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Luis Caputo (Finanzas) y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
Cavallo avanzó sobre uno de los puntos presentados, el de la reducción en los próximos años del financiamiento al Tesoro por parte del BCRA, que, según su opinión, «si se complementan con una separación más clara de la política monetaria y el manejo de la deuda pública, pueden producir buenos resultados», al brindarle más autonomía a la autoridad monetaria para reducir la inflación y defender el valor del peso, a la vez que depositaría en el Ministerio de Finanzas la administración de la deuda, que, según su entender hoy se oculta en parte en el pasivo del BCRA como Letras LEBAC.
Estimó posible, a través de un procedimiento financiero, que el BCRA elimine de sus pasivos el 1,1 billón de pesos en LEBAC en simultáneo con una reducción de otro 1,1 billón de pesos en títulos públicos intransferibles que tiene en contrapartida en su activo.
«Este cambio institucional no mejora ni agrava la situación fiscal, porque los efectos de la deuda y los intereses que ahora se agregan a la contabilidad ya se estaban soportando, sólo que, en lugar de mostrarse y medirse con las cuentas fiscales, hasta ahora se escondían en el balance del Banco Central», apuntó Cavallo.
«Pero la gran ventaja hacia el futuro es que permitirá una coordinación más eficaz entre los esfuerzos estabilizadores y de crecimiento que hagan el Banco Central por un lado y el Tesoro por el otro», señaló.
Cavallo fue ministro de Economía en dos oportunidades, durante las presidencias de Carlos Menem (1991-1996) y la de Fernando de la Rua (2001). Además, fue presidente del Banco Central en 1982, durante el gobierno militar de Reynaldo Bignone.
El economista expresó que «la nueva meta de inflación del 15% anual en lugar de 10% +/- 2% es un reconocimiento de las dificultades que el Gobierno ha encontrado para producir el necesario ajuste fiscal y la completa eliminación de los atrasos tarifarios. Lejos de minar la credibilidad del Banco Central, esta decisión puede ayudar a que el Gobierno y la autoridad monetaria sean solidariamente responsables de alcanzar la meta de inflación».
«Creo que aún sin presión del Gobierno el Banco Central hubiera bajado las tasas de interés que paga por las LEBAC», refirió, y acotó que «el Banco Central tendría que bajar la tasa de LEBACs a, digamos, el 1,83% mensual de los meses de marzo y abril de 2017 y mantenerla por un tiempo en ese nivel. Probablemente el precio del dólar aumentará rápidamente, pero no mucho más allá de 19,60 pesos por dólar, el nivel en el que está el tipo de cambio de paridad».
Cavallo recordó que el instrumento de Letras LEBAC fue introducido en el año 2002 cuando el Gobierno dejó de pagar las Letras del Tesoro y todos los bonos. «El endeudamiento del Banco Central fue una suerte de sustituto del endeudamiento público en un período de crisis, pero debió haberse interrumpido cuando se normalizó el crédito público», evaluó.
El ex ministro propuso ahora establecer » un canje de deudas entre el Banco Central y el Tesoro que, de llevarse a cabo, permitiría un manejo más eficaz de la política monetaria y una mejor coordinación con la política fiscal hacia el futuro, con beneficios tanto en términos de estabilidad como de crecimiento».
«La gran ventaja de esta operación es que quedan bien delimitados los roles del Banco Central y del Tesoro -continuó Cavallo-. El Banco Central es responsable de controlar la emisión monetaria y regular la liquidez del sistema financiero. Para ello, además de la posibilidad de emitir dinero de base para hacerle adelantos transitorios al Gobierno Nacional, algo que se ha anunciado que será muy limitado en el futuro, tendrá la posibilidad de regular la liquidez mediante compra o venta de reservas internacionales y mediante operaciones de mercado abierto con títulos públicos, como el resto de los bancos centrales de países con una buena organización monetaria y financiera».
En tanto, puntualizó que «el Tesoro será el único responsable de administrar la deuda pública, es decir, de conducir la política fiscal. Sólo el Tesoro podrá emitir nueva deuda y será el Tesoro el que decidirá sobre las características de cada emisión en término de monedas, plazos y tasas de interés. La administración de la deuda pública es la contrapartida de la administración del presupuesto anual».
Federico Sturzenegger informó el jueves pasado que en los próximos años el BCRA reducirá el financiamiento que realiza al Tesoro nacional. Según el cronograma de la entidad, el financiamiento que realiza el BCRA al Tesoro nacional pasará de los $140.000 millones en 2018 a $70.000 millones en 2019. De este modo, las transferencias pasarán del 4,4% del PBI en 2015 a 1,1% en 2018 y al 0,5% en 2019.