Además de cargar contra la gestión de Cambiemos, el líder de Camioneros incluyó a CFK en una eventual «reconstrucción» del PJ.
Dispuesto a confrontar como nunca antes con el gobierno nacional, el secretario general del gremio de Camioneros, Hugo Moyano, se defendió ayer de las causas judiciales en su contra y aseguró que la Casa Rosada «cree que se puede llevar a todo el mundo por delante». Y devolvió la estocada: «Si voy preso, que sea en la celda de al lado del padre de (el presidente Mauricio) Macri». También consideró que una eventual reconstrucción del peronismo «no puede excluir» a la ex mandataria Cristina Kirchner.
Moyano, a quien lo investigan por lavado de dinero y otras presuntas irregularidades vinculadas al gremio y al club Independiente, reconoció además que no habla con Macri desde hace dos meses y fue crítico con el rumbo económico del gobierno. «La inflación va a superar el 20 por ciento y quieren imponer el 15 por ciento», dijo respecto de las negociaciones paritarias.
El líder de Camioneros aseguró que «nunca» lavó dinero en Independiente, club que preside desde 2014, y consideró: «De existir alguna irregularidad, no hubiera sido votado por el 90 por ciento de los socios» de la entidad de Avellaneda.
Moyano arremetió contra los funcionarios del gobierno nacional porque —dijo— «creen que se pueden llevar a todo el mundo por delante», tras lo cual advirtió: «No me arrodillo ante nadie».
«Dicen que estoy lavando dinero en Independiente, pero nunca haría algo así con el club. El 90 por ciento de los socios votó por nuestra lista en las últimas elecciones. Estoy para ayudar, me metí porque soy fana del Rojo y porque me dijeron que debía ser presidente», apuntó.
No obstante, el fiscal adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, confirmó que tanto el ex líder cegetista como su hijo Pablo, presidente y vice de Independiente, respectivamente, fueron incluidos «sin imputación concreta» en una causa por presunta asociación ilícita, lavado de dinero y defraudación contra barrabravas y ex directivos del club.
Scalera explicó que en la causa que involucra a ex directivos y a barrabravas de Independiente se realizaron varios allanamientos y que, en ese contexto, fueron secuestrados elementos de prueba y computadoras de la sede del club.
«Esas denuncias en mi contra son otros de los tantos disparates, de las tantas gansadas que se dicen. Fundamentalmente se trata de periodistas jóvenes que se pelean por hablar. No saben nada, no conocen la historia, creen que son dueños de la verdad y son idiotas útiles. No tengo ninguna imputación, es una mentira», resaltó Moyano.
Acerca de su más tenaz crítica, la diputada nacional Graciela Ocaña (ver aparte), el referente sindical precisó: «No le digo la hormiguita (como la apodan), yo le digo cucaracha. Hace 25 años que cobra del Estado, fue ministra de Salud. ¿Qué hizo?, no hizo nada».
El líder histórico de los camionero se permitió luego ironizar sobre su situación al sostener que si lo quieren «poner preso», que «por lo menos» lo envíen «al lado de la celda del papá» del presidente, en referencia a Franco Macri (fundador del grupo Socma).
«Fui amigo de Macri y lo ayudé cuando era jefe de Gobierno porteño y desde la Nación lo presionaban. Era amigo de él, no hice problemas cuando no era necesario. Ahora, en cambio, parece que me quieren llevar por delante», señaló Moyano.
El peronismo y Cristina
Asimismo, estimó que una eventual «reconstrucción» del PJ «no puede excluir» a Cristina y afirmó que ese espacio político «debe sumar a todos los dirigentes que tengas ganas de trabajar». De todos modos, aclaró que hace años que no ve a la actual senadora nacional. «Seguí mi camino y ella el suyo», añadió.
El líder sindical se definió «como un laburante a quien nadie le regaló nada» y negó que maneje Camioneros como si fuera una empresa.
«Parece que si sos laburante no podés tener nada. Ellos tienen de todo, hasta el Correo Argentino, y nadie dice nada. De qué me hablan estos tipos. No soy un empresario, el sindicato administra una compañía de seguros. Una prepaga cobra una cuota de 8 mil pesos y la nuestra no llega a los mil. Esas cosas los ponen mal», resaltó.
Tras admitir que en la actualidad existe «un debate interno» en el sindicalismo, Moyano argumentó: «A veces hay sectores del peronismo que van para un lado y los gremios para el otro. Tenemos que volver a ser la columna vertebral del movimiento justicialista».
Por último, cuestionó el proyecto de reforma laboral que impulsa el Ejecutivo al indicar que «parece que los funcionarios quieren ocultar algo» cuando pretenden que esa iniciativa se apruebe con rapidez en el Congreso nacional.
Anteayer la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros había anunciado que realizará una marcha el 22 de febrero próximo al centro porteño en «defensa del convenio colectivo de trabajo» del sector y por «la preservación del empleo y mejoras salariales».