Si naciste entre principios de la década de los 80’s y mediados de los 90’s puedes ser considerado parte de la generación Y o Millennials. Seguramente has escuchado hablar de esto y es que es un tema que se encuentra muy en boga, se podría decir que es un privilegio ser considerado millenial tomando en cuenta todas las características positivas que poseen en general.
Los millennials somos fanáticos de la tecnología, hemos vivido siendo muy jóvenes en diferentes décadas, una cantidad de cambios y nos hemos adaptado a ellos gustosamente. Vivimos desde el cassette hasta la música digital, por esta razón -adaptación- la mayoría de los millennials no teme salir de su zona de confort y enfrentar nuevos retos, entre otros elementos diferenciables. Si tú eres millenial, seguramente apreciarás esta lista de ideas para emprender un negocio sin dinero en Gananci.
El asunto con esta generación es que además de tener grandes cualidades, también son encasillados en ciertas debilidades que han demostrado tener. De hecho, los sitios webs y programas de televisión ya tienen espacios humorísticos donde se burlan de las vulnerabilidades de los millennials y son muy populares debido a la cercanía que tienen con la realidad.
A continuación, enumeraremos algunos de los elementos más comunes y repetitivos por los cuales esta generación es fuertemente criticada, para que en caso de que te identifiques con alguno, puedas abandonar dicho hábito conscientemente, y así marcar la diferencia:
– Se ofenden con facilidad: una de las razones por las cuales los millennials reciben gran cantidad de críticas es porque suelen sentirse ofendidos por infinidad de razones. No es sorpresa que se conviertan en grandes defensores de comunidades “más débiles” como la LGBTTI, animales, el feminismo u otras razas/nacionalidades.
El problema es que muchas veces, en vez de darles una voz y usar la bandera de la equidad, reflejan a estos grupos como eternas víctimas, a quienes hay que tratar con una delicadeza extrema para no ser tachados como racistas, misóginos, maltratadores, homófobos, entre otras etiquetas.
Muchos dicen que los millennials necesitan endurecerse, pero la verdad es que hay que recordar que no podemos tomarnos personalmente las cosas que nos dicen. Si lo haces, vamos a estar toda la vida pendiente de las opiniones de los demás y actuando en base a lo que ellos digan. Es cierto que las palabras pueden herir, pero también es cierto que lo que alguien diga acerca de ti, dice más de esa persona, que de ti, así que ten presente esto antes de sentirte ofendido.
– Resistentes a las reglas: también se dice que a los millennials les gusta hacer sus propias reglas y se resisten a las ya impuestas. Un ejemplo de esto es que son más impuntuales que la generación anterior, usan más tatuajes, colores de cabello distintos, fusionan estilos de vestir. Esto en sí no es negativo, pero lo empieza a ser cuando no respetan a las figuras de autoridad por creer que siempre pueden salirse con la suya.
Mucho cuidado con esto, las reglas existen para garantizar la convivencia armónica en la sociedad. No significa que te debas volver un robot que todo lo acepta, pero tampoco es necesario tener un comportamiento provocador y sentirse orgulloso de ello.
– Generación Peter Pan: esta es otra forma de llamar a los millennials ya que dicen que estos se niegan a crecer y siguen practicando hábitos que la generación anterior ya había abandonado a su edad. Por ejemplo, viven por más tiempo con sus padres, no formalizan sus relaciones amorosas, entre otros.
La madurez no se mide por la edad en la que tengas tus hijos, pero sí por la manera en que te haces responsable de tus propias acciones y consecuencias que ellas conllevan. Puedes seguir siendo un niño en tu interior por toda la vida, eso no es antónimo de madurez.
Los millennials en muchas ocasiones son comparados con los niños porque esperan que se aplaudan cada uno de sus logros y que sean premiados por su esfuerzo, logros que solo les compete y les beneficia a ellos. A los niños se les da un una abrazo y una felicitación cuando obtiene buenas notas, pero producir lo mínimo esperado en el trabajo no es un logro que debe ser aplaudido, es mediocridad.
Muchos millennials pretenden merecer méritos o privilegios por el mero hecho de existir, en vez de esforzarse y trabajar por ello. Esto ocurre porque fue una generación más protegida que sus padres, los cuales le proveyeron lo necesario -en ocasiones de más-, lo que puede causar el pensamiento distorsionado del merecimiento sin méritos, lo cual no es correcto, ya que entre esta generación hay más preparación y por ende, más competencia.
– Propensos a rendirse: por la misma característica descrita anteriormente, estudios demuestran que los millennials duran en promedio 2 años en sus trabajos, lo que los hace menos estables que otras generaciones. Esto no tiene que ser necesariamente negativo, de hecho mira en Gananci las lecciones que se pueden aprender al dejar un trabajo.
Esto se vuelve un problema es cuando apenas vemos que se pone difícil el panorama, abandonamos eso que nos causa incomodidad, en vez de retarnos a superarlo. Por esta razón es que tantos emprendimientos creados por millennials fracasan, porque tienen la creatividad, la valentía de arriesgarse, pero les falta en muchas ocasiones la voluntad de perseverar a pesar de las dificultades.
No todos los millennials sufren de todos los problemas anteriormente descritos. Algunos tienen solo una de esas debilidades -o dos de ellas-, todos somos personas diferentes con nuestras propias fortalezas y puntos vulnerables. Aun así, al ser problemas promedio, compartidos por una gran cantidad de personas de la misma generación, es una buena idea autoevaluarse y ver si estamos fallando en alguno de ellos para poder corregir dicho comportamiento.