Los fiscales esperaban que las pericias sean contundentes para poder acusar al único imputado y detenido por la desaparición de Rosalía Jara, pero los resultados fueron una bofetada para los investigadores.
En los últimos días se terminaron las pericias con las que los fiscales y querellantes estaban seguros que se complicaría la situación de Juan Valdéz, pero eso no pasó y por el contrario lo que encontraron no abona en nada a la teoría inicial.
Los fiscales y querellantes están convencidos de que Juan Valdéz es el culpable de la desaparición de Rosalía Jara. Se apoyan en que el único imputado tenía una relación amorosa con Rosalía de la que fue fruto Alma. Esto había generado problemas entre ambos ya que Valdéz se negaba a hacerse cargo de la criatura y negaba su paternidad.
Además está la última llamada que Rosalía hace es precisamente al teléfono de Juan Valdéz en la noche de la desaparición. Minutos después su teléfono dejó de tener actividad.
Finalmente la otra prueba que para los acusadores es fundamental es la marca que hacen los perros sobre el auto de Valdéz.
El problema es que ninguna de estas pruebas o teorías hacen que Valdéz sea un asesino. Que es el principal sospechoso, no caben dudas, y su silencio lo complican aún más. Desde la defensa dicen que él no debe probar ni donde estuvo ni que hizo, eso es un trabajo que deben hacer los acusadores y tienen razón. Lo extraño es que si es inocente siga manteniendo silencio con tanta paciencia.
Ahora se sabe con certeza que los pelos encontrados en el campo y los secuestrados en el auto de Valdéz no se corresponden con el perfil genético de Alma, la hija de Rosalía, y que la geolocalización del teléfono solo permite saber que en la última comunicación Rosalía estaba en la garita (donde se la vio por última vez) y Juan Valdéz estaba cerca del bar. Más allá de eso no se detecta absolutamente nada. Ni un campo, ni una casa ni nada de lo que se esperaba con ansiedad por parte de los acusadores.
Juan Valdéz está detenido desde el 20 de julio. Ya ha pasado casi un año de ese momento y la acusación parece estar cada vez más endeble.
¿Acaso es momento de dar un giro a la investigación? ¿Alcanza con lo que tienen los fiscales para realizar la acusación y llevar a Valdéz a juicio? ¿Qué otras pericias esperan ahora que pueda comprometer al detenido? ¿Por qué no se profundizaron otras vías de investigación en todo este tiempo mientras se esperaban estas pericias? Solo algunas de las miles de dudas que genera el caso.
Mientras, seguimos preguntando ¿donde está Rosalía Jara?