El flamante presidente de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, no tiene dudas: se termina la presencia del partido en el Frente Progresista santafesino.
El flamante presidente de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, no tiene dudas: se termina la presencia del partido en el Frente Progresista santafesino. «En 2019 el radicalismo en su conjunto tiene que estar en Cambiemos», afirma el gobernador de Mendoza.
En una entrevista exclusiva con La Capital, acompañado por el intendente santafesino, José Corral, Cornejo sostiene que el país se encuentra «en una crisis económica desde varios hace años», revela que Mauricio Macri eligió funcionarios radicales sin consultar a la UCR, y en su condición de técnicos, no de políticos. A la vez envía un contundente mensaje al corazón del macrismo: «Es más importante la política que la comunicación».
—¿Admite que el país está en una crisis económica o que se trata de una crisis cambiaria?
—El país está en una crisis económica desde hace varios años, tiene picos que hacen que la fiebre se manifieste, como con la corrida cambiaria y la inflación, que son el termómetro de esa situación. Desde la megadevaluación del 2002, de Duhalde, que usufructuó Néstor Kirchner, hemos venido en deterioro. Gastamos más de lo que producimos, y el sector público está con un déficit alto, que lo cubre con deuda externa. Y el gobierno anterior lo cubría con deuda interna. Eso es porque no estamos sanos económicamente. Hay que mirar el todo, porque hay que ir a una economía más sana. Macri tiene convicción de ir hacia eso, el punto es si tiene tiempo. Yo creo que lo que hace Macri va hacia una economía más sana, pero hay que ver si el timing nos da. El gobierno tiene que acelerar algunas cosas, como ir bajando subsidios, pero no hay muchos gauchos dispuestos a ponerse esa espuela, a bancarse la parada.
—¿El radicalismo está dispuesto a bancarse la parada?
—En nuestro caso creemos que hay que bancar la parada en la baja de subsidios, pero no hay ninguna chance de hacer el ajuste necesario que tiene que hacer la economía argentina si no es en el marco de crecimiento. Cualquier cosa que se haga, incluido el acuerdo con el FMI, tiene que tener un contexto de crecimiento. No hay que ceder nada en eso. No es lo mismo un ajuste con recesión, que un ajuste en crecimiento. Pero al ajuste nadie lo puede negar. La oposición debería reconocer que es necesario el reordenamiento económico que se viene haciendo, que se seguirá haciendo.
—¿Está conforme con el rol que el gobierno le da al radicalismo?
—En líneas generales estoy de acuerdo con la línea del gobierno nacional. Creo que es correcta en materia internacional; en materia económica es correcta en los grandes trazos. Reclamo al gobierno una mayor consideración hacia uno de los mayores partidos de la Argentina, advirtiendo que los partidos políticos y las corporaciones existen. Se pueden ganar elecciones sin partidos y corporaciones, pero se hace muy difícil gobernar y hacer cambios sin política para los partidos y las corporaciones. Creo que estamos entrando en otra etapa en el interior de Cambiemos: hay reuniones sucesivas, se hablan los temas.
—¿Su sensación es que el gobierno ha invitado al radicalismo más a los velorios que a las fiestas?
—No nos han invitado a las fiestas, porque no ha habido muchas, le soy franco (risas).
—Bueno, hasta hace 4 semanas decían que ganaba Macri por escándalo en 2019, y lanzaron sus reelecciones el presidente, la gobernadora bonaerense y el jefe de Gobierno porteño. Parecía una fiesta.
—Eso fue un error. El que piensa eso se equivoca. Las elecciones de medio término fueron exitosas porque la gente tiene expectativas en Cambiemos y en el presidente. Pero la gente no nos dio un cheque en blanco, y en las próximas elecciones medirá resultados contundentes y que sean palpables. Existieron muchos meses de crecimiento económico, varios trimestres, hay una mejora del empleo. No son malos esos resultados, el punto es que no son asimilados por la mayoría de la población como una economía que está creciendo.
—Curiosa situación, tratándose de los «campeones mundiales de la comunicación», con Durán Barba a la cabeza.
—Una cosa es comunicar bien en materia electoral y otra en materia de gobierno. A la hora de gobernar es más importante la política que la comunicación. Hay que gobernar respetando instituciones básicas y generando correlaciones de fuerza para negociar en mejores condiciones con las corporaciones. La articulación política es muy importante para lograr reformas laborales, institucionales, electorales, económicas.
—¿Cuál es su opinión sobre la UCR santafesina, dividida entre los que están en el Frente Progresista y en Cambiemos?
—Soy muy práctico: lo veo como resultado de un proceso que va muriendo y otro que va naciendo. El radicalismo nacional apuesta a Cambiemos y a tener los dos pies en Cambiemos. El radicalismo no apuesta a tener un pie en cada lado. Lo he hablado con José Corral. Hay un proceso que se va terminando, que es el radicalismo en el Frente Progresista. El radicalismo tiene funcionarios en el gobierno santafesino, pero ese proceso se está terminando. Y ya empezó el proceso de Cambiemos. En 2019 el radicalismo santafesino en su conjunto tiene que estar en Cambiemos.
—¿La UCR va a propiciar en Santa Fe una competencia en primarias?
—Lo hablé con Corral y Barletta. Hoy no es conveniente hablar de candidaturas. Al menos hasta que Cambiemos fortalezca su posición de gobierno. Debería darse en el marco de mayor unidad posible en Cambiemos. Trabajaré con el PRO y otros partidos para una lista unificada. Ese es el plan A.
—¿El gobierno nacional necesita un relanzamiento?
—El presidente eligió algunos radicales para integrar el gabinete en las segundas y terceras líneas. Pero los eligió sin consultarnos, no es una cuota partidaria. Los eligió en su condición de técnicos, no de políticos.
—¿A Dujovne lo considera un funcionario de procedencia radical?
—No sé si está afiliado al radicalismo. No tengo esa información.
—¿Va a reemplazar a Monzó en la presidencia de la Cámara de Diputados?
—(Se ríe). Tengo dos objetivos: terminar mi mandato con prestigio, y eso lleva tiempo y trabajo. Mi segundo objetivo es que el radicalismo sea protagónico en Cambiemos. No me atraen los cargos legislativos.
La Capital