Una abogada dijo que supone que el socio del ex vice de Cristina «llamó al ministerio de Economía» antes de firmar el contrato de compra en 2010.
Dos nuevos testimonios comprometieron la situación judicialdel ex vicepresidente y ex ministro de Economía Amado Boudou y su socio José María Nuñez Carmona en el juicio oral por la compra ilegal de la imprenta Ciccone. Por un lado, la abogada de los Ciccone, María Florencia Laporta, confirmó la negociación previa a la compra de la calcográfica e incluso dijo “supone” que Nuñez Carmona “llamó al ministerio de Economía” en el 2010 antes de conceder un sueldo mensual de 50 mil dólares a los Ciccone. Por otro, el empresario publicista Luis Scolari afirmó que antes del 2003 Nuñez Carmona era un pequeño empresario, fortaleciendo la hipótesis de que no tenía los recursos financieros necesarios como para comprar y controlar Ciccone.
El martes Boudou intentó despegarse de la confesión de Vanderbroele, mientras Nuñez Carmona trató de invalidar el testimonio del ahora arrepentido al alegar ante el Tribunal Oral Federal número 4 (TOF4).
La semana pasada Laporta contó al TOF 4 que en el 2010 participó de una reunión en una escribanía entre Silvia y Héctor Ciccone, Vandenbroele y Núñez Carmona, entre otros, para firmar el contrato de venta de la imprenta privada a la empresa The Old Fund. Luego declaró el empresario publicitario Luis Scolari quien le dijo al tribunal que antes del 2003 “el gordo Nuñez Carmona no tenía un peso”, al comparar su vieja situación patrimonial con la actual. Nuñez Carmona es socio de Boudou en otras empresas que no intervinieron en la compra de Ciccone.
En su testimonio, Laporta recordó que Héctor Ciccone quiso agregar al contrato que él y sus hermanos cobrarían un honorario mensual de U$S 50.000 por mes por “la malasangre” que sufrieron durante el proceso de quiebra y las negociaciones, contaron fuentes judiciales a Clarín.
La abogada consultó a Núñez Carmona y le dijo que “sí está otorgado, se redacta la cláusula, se firmó y nos fuimos”.
Cuando el fiscal Marcelo Colombo le preguntó si Nuñez Carmona lo consultó con alguien, Laporta contestó que “hizo un llamado telefónico y preguntó. Presumo que fue al ministro de Economía en ese momento, pero no lo sé. No me dijo voy a llamar a tal o a cual. Hizo una llamada por un Nextel, es lo único que recuerdo”.
Al preguntársele si hubo alguna reunión previa en el hotel Hilton Laporta contestó que sí. Dijo que en ese contacto “explicamos a las partes que iban a decretar la quiebra y Núñez Carmona dijo: No, no la van a decretar, porque lo digo yo y yo lo sé”. Cuando la abogada le comentó que iban a decretar la quiebra de Ciccone “porque yo venía del juzgado” se “generó como un cimbronazo”. Después de que efectivamente se decretó la quiebra, se volvieron a reunir con Nuñez Carmona “pero no fue nada bueno, digamos. Se pelearon, se enojaron… Creo que la incomodidad era que estemos nosotros… Le preguntaba por qué no firmaba y él decía que necesitaba tiempo, que no estaba seguro…” Contó que en todas las reuniones en que participó antes de la firma del contrato “siempre terminaba mal, porque el trato era malo, había una cosa como de soberbia, y como… Siempre terminaba mal, uno estaba incómodo ahí”.
“Núñez Carmona tenía un trato muy muy fuerte, muy efectivo… Ellos (los Ciccone) no estaban acostumbrados, entonces eso es como que los descolocaba y, por lo menos en el caso de Héctor, que es la persona con la que yo más me vinculé en ese tiempo o que me recurría más a mí, estaba incómodo, estaba incómodo con el trato, no le cerraba. Y bueno, en esa reunión se armó, también, una discusión y me acuerdo que nos fuimos. ¿Cómo hablas así? ¿Cómo hablas así? ¿Cómo hablas así? Nos levantamos y nos fuimos”.
Contó que Nuñez Carmona decía que había una persona del juzgado comercial esperando, pero el “recurso era tan disparatado que yo tuve que decir no. Y ahí no recibí una respuesta agradable, supongo, y ahí se armó, se empezaron a pelear entre ellos, ¿cómo le decís? ¿cómo le decís? ¿cómo le decís? Nos vamos. Y nos fuimos”.
Además, en el procesamiento de Boudou, el juez de instrucción, Ariel Lijo, dio por probado que previo a la compra de Ciccone los acusados habían participado «en un negocio relativo a la reestructuración de la deuda pública de la provincia de Formosa». Esta operación «resulta relevante para la maniobra aquí investigada ya que en ese contexto se llevó a cabo la adquisición de la firma The Old Fund, que posteriormente sería utilizada para la compra de la empresa Ciccone Calcográfica», dijo Lijo.
Lijo recordó que el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, suscribió el 10 de junio de 2009 con el Ministro de Economía del Gobierno Nacional, Carlos Fernández, el convenio para la reestructuración de la deuda de esa provincia. Posteriormente, a raíz de una solicitud de fecha 24 de febrero. Y Boudou -que asumió el cargo de Ministro de Economía el 8 de julio de 2009- suscribió el 11 de marzo de 2010 «un adenda que implicó la modificación de cuatro artículos del convenio original».
El martes ante el TOF 4 Boudou aseguró que «era mentira» que Alejandro Vandenbroele (el dueño de la firma que compró la ex Ciccone Calcográfica) fuera su testaferro, al ampliar su declaración en el juicio oral en el que se investigan supuestas irregularidades en la compra de la imprenta con capacidad para imprimir billetes.
«Vandenbroele, quien fue sindicado como mi testaferro, dijo que no me conocía, que me había visto una vez de lejos en un bar en medio de un montón de gente», remarcó Boudou quien se quejó porque durante la instrucción de la causa un sector de la prensa dijo «durante meses y meses que un fiscal tenía una foto, un video» que los conectaba y nunca apareció.
Una de las pruebas que apuntaba al vínculo entre Boudou y Vandenbroele era que el dueño de The Old Fund había habitado y pagado las expensas de un departamento que pertenecía al ex funcionario kirchnerista, algo que dijo que desconocía.
«No se si Vandenbroele vivió en ese departamento, lo que siempre dije es que a Vandenbroele no lo conozco», enfatizó el ex vicepresidente ante la pregunta de una de las partes durante su ampliación de indagatoria frente al TOF 4.
Antes de que declarara Boudou, lo había hecho su amigo íntimo y socio José María Núñez Carmona, quien aseguró que haber sido él quien le alquiló el departamento del ex vicepresidente en Puerto Madero a Vandenbroele.
En otro tramo de su declaración, Boudou dijo que que las dos reuniones a las que le atribuyeron haber asistido para promover la venta de la ex Ciccone Calcográfica «eran una mentira» porque «una no existió y la otra no fue más que un apretón de mano».
Con la ampliación de las indagatorias de Boudou y Núñez Carmona, el juicio oral y público entró en su etapa final: el TOF 4 dispuso un cuarto intermedio hasta el 29 de mayo, día en el que comenzarán los alegatos. Se estima que habrá sentencia para agosto.