Presentó formalmente su pedido de incluir un índice de actualización en los títulos que emitiría el Estado nacional para pagar parte de ese pasivo.
El gobernador Miguel Lifschitz se reunió ayer en Buenos Aires con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para continuar las negociaciones por la cancelación de la deuda por coparticipación que el Estado nacional tiene que con la provincia. Como adelantó este diario, el mandatario planteó la necesidad de establecer un mecanismo de actualización de los bonos que emitiría la Nación para pagar parte de ese pasivo, de modo de que no pierdan valor frente a la inflación.
«Insistimos con la necesidad de establecer un mecanismo de actualización que evite la devaluación de esos bonos y mantenga su valor en el tiempo», dijo al gobernador a la salida de la reunión con Dujovne, que el fin de semana fue ascendido a la categoría de ministro coordinador del área económica. Lifschitz concurrió acompañado el ministro de Economía de la provincia, Gonzalo Saglione.
Durante una entrevista con este diario, Saglione, había adelantado a fin de la semana pasada que la provincia insistiría ante la Nación en la instrumentación de una suerte de cláusula gatillo para los bonos que se emitan para saldar parte de la deuda de 54 mil millones de pesos derivada de la detracción indebida de fondos coparticipables para financiar a la Ansés.
El funcionario dijo que había acuerdo para cancelar el pasivo con un mix de títulos públicos y obras. «Más que el monto o cuáles son las obras que realizarían a cambio estamos discutiendo, como un elemento clave para acordar, el mecanismo que permita garantizar que durante todo el período en el cual el título esté vigente, los servicios de la deuda no pierdan poder adquisitivo», detalló.
Y aseguró que la propuesta es fijar un ajuste de los títulos en base al índice de la construcción «ya que por ley esos recursos se destinarán a obras.
Además del pago con títulos, la provincia avalaría la propuesta nacional de efectuar el pago con obras nacionales en territorio santafesino y para eso, el punto a definir que busca incluir Santa Fe en el es entendimiento «una especie de cláusula de garantía que nos permita tener certeza de cumplimiento de la obra y que se dispare si el objetivo no fue cumplido a tiempo».
Esa condición se activaría cada año contra la verificación de lo efectivamente ejecutado.
La posición de la provincia es mucho más laxa que aquella que sostuvo cuando en marzo trascendió la oferta de la Nación para el pago de la deuda con obras. En esa oportunidad la administración de Miguel Lifschitz dejó trascender que rechazarían esa posibilidad porque se trataba de obras de infraestructura que, en muchos casos, le correspondía ejecutar al gobierno nacional.
Lifschitz dijo ayer, al salir del encuentro con Dujovne, que entre Nación y provincia había «acuerdo general» en la mayoría de los aspectos relacionados con el pago de la deuda. Pero insistió en la necesidad de obtener «una respuesta definitiva» sobre el índice de actualización.
El encuentro de ayer forma parte de las negociaciones que se aceleraron desde fines de marzo, pocos días antes de que venciera el plazo fijado en el compromiso fiscal para acordar esta cuestión pendiente desde el fallo de la Corte, a fines de 2015.
El contexto de esta etapa de diálogo es el de una crisis externa que el gobierno nacional pretende resolver con un mayor ajuste fiscal. Ajuste que, según ya anticiparon diversos ministros del gabinete nacional, pretenden trasladar a las provincias y a los asalariados.