Con 37 votos a a favor y 30 en contra, la Cámara alta aprobó la declaración de Emergencia Tarifaria que busca retrotraer los aumentos a noviembre de 2017. La maratónica sesión se extendió por casi trece horas.
El Senado aprobó con 37 votos afirmativos contra 30 negativos el proyecto de la oposición para morigerar la suba de las tarifas de servicios públicos pese a la resistencia del oficialismo y la advertencia de un veto del presidente Mauricio Macri.
El debate de la iniciativa se extendió por más de 13 horas debido a que se anotaron 51 senadores para tomar la palabra, pero se preveía que al final de la jornada se sancionara la ley con los votos del Bloque Justicialista, el Frente para la Victoria-PJ y otras bancadas satélite.
Los senadores de Cambiemos rechazaron el proyecto con el argumento de que tendría un impacto fiscal negativo y que beneficia principalmente a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, al tiempo que criticaron el esquema de subsidios que mantuvo las tarifas baratas durante la gestión del kirchnerismo.
En la vereda de enfrente, el Bloque Justicialista, el kirchnerismo y otras bancadas argumentaron que los aumentos en gas, electricidad y agua corriente deben tener un límite y que el Gobierno tiene que rever su política energética.
La iniciativa de la oposición propone retrotraer las tarifas a noviembre de 2017 y que los aumentos no superen el índice de variación salarial para usuarios residenciales y el de precios mayoristas para las pymes, al tiempo que señala que las empresas deberán devolver lo que se cobró de más al momento de sanción de la ley.
En el transcurso de la sesión, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, que aportaba su voto a favor del proyecto, se retiró, mientras que el neuquino Guillermo Pereyra, del Interbloque Federal, anticipó que votaba a favor luego de que trascendiera el último martes, al término de una reunión con el presidente Mauricio Macri, que lo haría en contra.