Se trata de un acuerdo stand by por 36 meses que está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del Fondo, que examinará el plan económico de la Argentina en los próximos días.
La Argentina y el FMI acordaron este jueves un programa Stand-by con una duración de 36 meses por unos U$S 50.000 millones. «El plan económico a implementarse refuerza nuestro compromiso con la eliminación de los desbalances económicos que han aquejado a nuestro país por décadas», informó el Gobierno.
Para asegurar una más rápida convergencia al equilibrio fiscal, las nuevas metas de resultado fiscal primario son: -2,7% del PBI en 2018 (vs. -3,2% con las metas previas), -1,3% en 2019 (vs. -2,2% antes), equilibrio primario en 2020 (vs. -1,2% antes) y superávit de 0,5% en 2021 (vs. 0% antes).
En el acumulado 2018-2021, esto significa una reducción acumulada del déficit de 3,1% del PBI, alrededor de USD 19.300 millones.
El nuevo sendero de convergencia fiscal permitirá que el ratio deuda pública a PBI comience a reducirse a partir de 2019.
«El plan es consistente y sostenible económica, social y políticamente, y tiene como objetivo continuar restableciendo el orden macroeconómico con dos ejes clave: convergencia más rápida al equilibrio fiscal y reducción de la inflación», señaló el Gobierno.