El diputado Provincial Héctor Gogui Gregoret presentó un Proyecto de Ley que establece con carácter obligatorio la adquisición, instalación y puesta en funcionamiento, en los establecimientos educativos públicos y privados de la Provincia de Santa Fe, de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) que complementen la reanimación Cardiopulmonar (RCP) de manera tal que una persona que sufra un paro cardiaco súbito reciba el tratamiento adecuado.
En los considerando el proyecto de ley expresa que Desfibrilación es el tratamiento de emergencia en los casos de parada cardiorrespiratoria, que presenta fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso. Consiste en administrar una dosis bien definida de corriente eléctrica en el corazón con el fin de detener un trastorno cardíaco.
Desfibrilador Externo Automático (DEA): es un dispositivo electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular, y en su caso, emitir la señal de alerta para la aplicación de una descarga eléctrica que restablezca el ritmo cardiaco normal.
Resucitación Cardiopulmonar (RCP): maniobras que se llevan a cabo sobre una persona en caso de detención de la circulación de su sangre y que están destinadas a la oxigenación inmediata de los órganos vitales.
La propuesta de Gregoret también establece que será autoridad de aplicación de la presente Ley el Ministerio de Salud en coordinación con el Ministerio de Educación, además establece que la responsabilidad del control sobre la existencia y el correcto funcionamiento de los DEA será competencia de la autoridad de aplicación. Quienes, por otro lado, deberán promover la educación y el desarrollo de programas en el manejo de DEA. Los establecimientos comprendidos por esta ley deberán contar, en todo momento de actividad o permanecía de personas, con personal capacitado en técnica de uso de los DEA.
Con respecto al proyecto el legislador subrayó: “Diversos estudios indican que por cada minuto que pasa sin que se reciba tratamiento, las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10%. Una vez transcurridos 10 minutos desde el inicio del paro cardiovascular, las posibilidades de vivir son ínfimas. Por lo tanto, es evidente que es necesario que la persona que sufre un incidente de este tipo, reciba atención de forma inmediata en el lugar que se encuentre, ya que cada minuto es importante”.
Finalmente Gregoret sostuvo: “Está demostrado que la utilización de un DEA incrementa el número de personas que pueden recibir a tiempo atención ante este tipo de emergencias, reduciendo el tiempo a la desfibrilación y mejorando las tasas de supervivencia del paro cardiaco repentino. Por lo tanto, un desfibrilador en el sitio y en el momento justo, y la presencia de alguien que sepa utilizarlo, puede salvar muchas vidas”.