Es la primera vez en 20 años que se importa la oleaginosa desde ese país. La operación fue pactada en abril, en el marco de la caída de la cosecha local.
Después de 20 años, ingresó al puerto sanlorencino de Vicentín el primer barco con soja importada de los Estados Unidos con destino a las procesadoras locales para la posterior exportación de aceite y harina, y comprada en abril pasado por los efectos de la sequía que generó una menor producción. Precisamente ayer la Bolsa de Cereales porteña había dado a conocer su cálculo de la caída de la cosecha, que estimó en 37,4 por ciento para la campaña 2017/2018 respecto de la anterior.
La embarcación, que partió del golfo de México, trajo 29.310 toneladas de poroto, de las 120 mil toneladas contratadas en forma privada en abril pasado, y que se estimaba que llegarían a la Argentina recién a partir de septiembre, según se difundió en ese momento. La venta representa el volumen más amplio de soja vendido por Estados Unidos al país desde 1997 y se concretó luego de una sequía histórica de cinco meses y posteriores precipitaciones abundantes.
A esas 120 mil toneladas iniciales se sumaron luego otras 120 mil y más adelante otras 130 mil. En total, son 490 mil toneladas formalmente anunciadas, pero las importaciones totales llegarían a 600 mil este año, según estiman analistas del mercado de granos, de acuerdo a las necesidades de la industria para compensar lo que no puede aportar la producción local.
Fue precisamente luego de una gran sequía cuando se produjo un pico de precios y una gran puja por la mercadería disponible, cuando se llevó adelante la última gran importación de soja desde Estados Unidos, en diciembre de 1997, de cerca de 300 mil toneladas de poroto. El diario LaCapital dio cuenta entonces de esta situación poco frecuente y polémica en un país que es el tercer productor mundial de soja y lidera las exportaciones de aceite y harina de la oleaginosa.
Aunque no es habitual importar soja de Estados Unidos, sí es creciente el ingreso de porotos provenientes del Mercosur, que se muelen en las plantas locales para ser vendidas al exterior.
Caída de la producción
La última cosecha de soja finalizó con una producción total de 36 millones de toneladas, lo que refleja una caída interanual del 37,4 por ciento por la sequía, que provocó una pérdida de unos u$s 4.200 millones en la campaña. Se ubica como la recolección más baja desde la sequía del período 2008-2009 (había sido de 32 millones de toneladas), según el Panorama de la Bolsa de Cereales porteña. La cosecha de soja finalizó sobre una superficie implantada de 18 millones de hectáreas.
El reporte señaló que el cultivo arrojó pérdidas de 1,2 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento nacional de 2.140 kilogramos por hectárea, un 33 por ciento por debajo al cierre del ciclo previo, que fue de 3.190 kilogramos por hectárea promedio En el ciclo 2008-2009 se habían recolectado 32 millones de toneladas. La falta de lluvias no permitió cumplir con las estimaciones iniciales de una producción de 54 millones de toneladas.
Precio
En los últimos dos meses el precio de soja ha retrocedido un 10 por ciento en los mercados internacionales, y un comportamiento parecido se observa en los valores del maíz. Pese a esa caída internacional, en la última semana a nivel local se registró una suba por la devaluación y el precio del dólar. Ayer el mercado de granos contó con ofertas de compras alcistas por la soja contractual, cuyo valor de compra ascendió $100 la tonelada a $7.800 y en el Mercado a Término de Rosario (Rofex) de julio cotizó a u$s 280 la tonelada.
