La víctima trabajaba en la Municipalidad de Villa Dos Trece.
Una mujer que trabajaba en la Municipalidad de Villa Dos Trece, Formosa, fue brutalmente golpeada por un concejal y tras hacer la denuncia el intendente del pueblo la echó de su trabajo.
Mónica Álvarez era empleada municipal desde hacía casi diez años y fue en ese ámbito donde conoció al concejal Alberto Ríos. Tuvieron una relación durante dos años.
Finalmente, Ríos un día la atacó salvajemente dentro de su auto. «Me agarró del cuello y me golpeó contra el tablero».
Tras hablar con una amiga, Álvarez se decidió a hacer la denuncia. Pero allí comenzó otro calvario. Primero un empleado de la Municipalidad la llevó a retirar la denuncia pero no pudo hacerlo porque ya había sido trasladada a Formosa.
Luego, se enteró de que el intendente, Lorenzo Schmidt, la había dejado sin trabajo. «Que te sirva de experiencia, no más con casados memos (sic) solterones con hijo», le escribió en un mensaje de WhatsApp. Sus compañeras también se alejaron por miedo a represalias.
Ríos tampoco respetó nunca la orden de restricción perimetral que había dictado el juez que lleva la causa. «Tenía una orden de detención pero andaba jugando al fútbol por ahí», explicó Mónica.
Por otro lado, luego de que trascendiera la denuncia, el Frente para la Victoria logró frenar el juicio político contra Ríos haciendo votar al propio implicado en el Concejo Deliberante.
Al ser consultado sobre el caso y el despido, las respuestas del intendente Schmidt fueron insólitas. Primero negó haber despedido a la mujer y aseguró que «ella no se presentó más».
Además, en la entrevista que le hicieron reiteró varias veces que «no es la primera vez que le pasa» y destacó que era la víctima quien tenía «problemas con los hombres». Hasta incluso dijo que «dudaba» de las fotos y el informe médico.
«¿Por qué hay tanta violencia de género? No sé, ha de ser porque el hombre se saca de la paciencia de la torturación (sic) que le hacen las mujeres. Porque, entre nosotros, somos torturadoras ustedes», le dijo divertido Schmidt a la cronista.
«Yo tengo miedo, de lo que me puedan hacer. Él se saca fotos con cartelitos en contra de la violencia de género», se lamenta Mónica.