El Presidente de la Sociedad Rural de Reconquista, Ángel Genovesse, se sumó a las polémicas declaraciones de varios funcionarios de Cambiemos que justifican el ajuste a las clases medias y bajas.
El discurso completo
Les doy la bienvenida todas las personas que han concurrido a nuestra Exposición Rural.
Veo hoy caras conocidas, con cada una de ellas tengo una historia y otras que veo por primera vez, pero todas son importantes.
Somos hombres y mujeres de campo, industriales, comerciantes, profesionales, en general, el arco productivo del norte dice presente en esta Muestra de la Región que estamos aquí para celebrar el empuje y la producción.
Y como todos los años llega el momento del balance; y allí es donde tenemos que contar las perdidas y las ganadas.
Y dentro del haber tenemos que: hemos recuperado la institucionalidad, vuelto al orden y al respeto, a un principio de garantía de los derechos esenciales de trabajar, ejercer una industria lícita y de propiedad.
Tenemos que agradecer a Dios que ha permitido nuevamente a la Argentina esta posibilidad.
La Sociedad Rural de Reconquista representa en el Norte y es parte de la comunidad agroindustrial y de servicios que genera el 15% del producto bruto interno y el 65% de las exportaciones en el país.
Uno de cada 3 empleos de la Nación proviene directa o indirectamente de este sector que genera alimentos para todos los argentinos y para el mundo construyendo la patria desde el campo.
Y tal representación debe ser sana pero eficazmente ejercida elevando la palabra del sector agropecuario que recuerde a todos los estamentos del Estado que Argentina saldrá delante de la mano del campo y nunca sin el campo.
Y por ello damos la bienvenida a las políticas del Gobierno Nacional de dialogo con el sector, de desarmar las trabas burocráticas y administrativas que parecían a propósito para estorbar e impedir la producción y la comercialización de granos y de hacienda, obstaculizar y prohibir las exportaciones y casi expropiar totalmente la rentabilidad, como fue el intento de consagrar la Resolución 125, de lo que hace ya 10 años.- Saludamos la eliminación y la rebaja de las retenciones y el compromiso de continuar haciéndolo fijando permanentes y claras reglas de juego.
Contamos ahora con el apoyo de la Banca Oficial, del Banco de la Nación Argentina en nuestra región a la cabeza de los créditos para el agro, nos esta ayudando a recomponer el stock ganadero fuertemente golpeado por la sequía y por las políticas del gobierno anterior; el país recuperó 5 millones de cabezas de ganado bovino, la mitad de lo perdido en la década pasada.
Se duplicaron las exportaciones de carne bovina, aumentamos la producción de carne aviar y porcina para el consumo y la exportación; desde el año 2015 hasta la actualidad se han vendido muchos más tractores y cosechadoras, fertilizantes e insumos.
La cosecha también muestra números al alza.
Y lo más importante es que hemos vuelto a la estabilidad en las reglas de juego al saber que cuando planeamos una siembra o cuando se retienen vientres, se va a cosechar o se van a criar los terneros con las mismas reglas.
Pero hay materias pendientes, como bien lo sabemos: en primer término, el flagelo de la inflación, que distorsiona precios relativos, así como la presión tributaria que es asfixiante.
Pero ambas cuestiones tienen un origen común y es el tamaño insoportable del Estado en todos sus niveles (Nacional, Provincial y Municipal) que no está adecuado a la realidad económica y productiva de la nación.
Si podríamos reducir el gasto público el Estado necesitaría cobrar menos impuestos, tomar menos deuda e imprimir menos billetes para paliar el déficit y para ello necesitamos el compromiso de todos los sectores (empresarios, trabajadores, sindicalistas, religiosos).
Los políticos tienen que saber prescindir de los reclamos que se apoyan en eslóganes y palabras vacías que contribuyen a la mala costumbre del populismo.
Tenemos que tomar conciencia que trabajando, cosecharas tu siembra; y si no lo hacemos, no habrá frutos porque no hubo esfuerzo: tenemos que renovar la cultura del trabajo y no esperar que llueva café del cielo.
Nos mintieron 12 años que eso podía ocurrir.
Y así nos fue.
Estamos todos ahora pagando las consecuencias del despilfarro económico, de la ilusión que cualquier bien está al alcance de todos y si no lo está, el Estado lo debe proveer.
Eso no es así.
Debe quedar en claro que el campo no es responsable de la inflación porque no es formador de precios y habrá que buscar en todos los eslabones de la cadena de comercialización dónde está el problema de los precios para poder solucionarlo.
La presión tributaria a todos los niveles hace que la producción sea inviable por que la rentabilidad ha desaparecido.
Los impuestos inmobiliarios y las tasas comunales por hectárea no tienen relación con la productividad de nuestras tierras y con los servicios prestados por las Comunas. Y algunas veces el cobro de dichos servicios es desviado, para gastos generales en vez de su destino específico.
¿Por qué no vienen inversiones? es una pregunta con una respuesta evidente: la cantidad de regulaciones y de requisitos que hay que cumplir para continuar produciendo, la infinidad de registros, formularios, declaraciones, etc.; las increíbles exigencias y requisitos para formar e inscribir una sociedad.
Falta cambiar la forma de pensar y para ello hace falta una política de estado decidida que entienda que necesitamos acompañar permanente a los empresarios agropecuarios, industriales, comerciantes o de servicios. No ir en contra de ellos.
La única salida del país es crear empleo y riqueza y ello viene de la mano de la inversión; y ésta debe ser nacional y también extranjera.
Para poder lograr convencer al capital debemos remover estas trabas y eliminar estos impuestos distorsivos.
Hay que reducir el gasto público, ser más austeros.
Que los funcionarios se preocupen por el ingreso del dinero a las arcas del estado y no sólo en pensar cómo gastarlo.
Sabemos que las necesidades son infinitas pero también debemos tener siempre presente que los recursos son limitados.
Necesitamos una mejora en la infraestructura general del país y en especial de la provincia de Santa Fe.
Una de las variables de reducción del gasto a nivel nacional es la obra pública, y aunque sea una decisión económicamente racional, va de contramano con el desarrollo productivo que hace a la mejora económica del país y especialmente de nuestro sector.
Y a nivel provincial, saludamos la construcción del acueducto y el Hospital, y reparación de pequeños tramos de rutas provinciales, la cuenta es claramente deficitaria en esta hora de balances.
A cada requerimiento de una nueva ruta, se nos contesta que ya tiene proyecto ejecutivo y que van a llamar a licitación.
Seguimos con caminos rurales intransitables con cada lluvia, con falta de comunicación efectiva entre poblaciones, lo que dificulta o hace imposible el desarrollo normal de la actividad agrícola y ganadera.
Nuestros productores reclaman transitabilidad permanente.
Necesitamos urgente que se contemple en el presupuesto de la provincia de Santa Fe:
-La pavimentación de la ruta 31 entre Tartagal e Intiyaco,
-La finalización de la ruta 3 hasta Los Amores, pavimentación de la ruta Provincial entre Tres Bocas y Villa Ana entre otras y la conexión pavimentada de cualquiera de las rutas provinciales con la Nacional 95.
Tenemos que decir también que los bajos sub-meridionales, abarcan parcialmente los departamentos General Obligado, Vera y 9 de Julio, y merecen ser considerados como un ámbito productivo que necesita obras para hacer viable su explotación económica.
El mejoramiento del nivel de vida de la población, vendrá a través de la creación de riqueza y no ser considerado únicamente como un reservorio natural, de especies autóctonas.
Originalmente se la valoro y cuido como una importante superficie apta para la cría de ganado de exportación.
Somos respetuosos del medio ambiente y contribuimos a su protección pero las posiciones extremas deben tener un límite en la razonabilidad.
Necesitamos una revisión integral de la Ley de Bosques Provincial ya que su rigurosidad ha sacado de la producción y del mercado la mayor parte de las tierras productivas del norte de la provincia de Santa Fe siendo esta una decisión política del gobierno de la provincia de haberla mantenido durante todo el tiempo de su vigencia.
Necesitaos un cambio de mirada por parte de los gobernantes, que resalte por sobre todas las cosas la producción por sobre la ideología.
La Sociedad Rural de Reconquista, el año próximo cumplirá 100 años y desde entonces hemos mantenido altas las banderas de la producción y del respeto a los derechos constitucionales de libertad y de propiedad.
En este período hemos visto el desarrollo desde el alambrado a la ingeniería genética, desde el arado a la siembra directa, desde el telégrafo al WhatsApp, y nuestro sector ha sido parte de esa innovación y lo seguirá siendo.
Hoy la producción pasa por la aplicación de Nuevas tecnologías que nos permiten aumentar los volúmenes, y poder proveer alimentos para todos los argentinos y el mundo entero, cuidando el medio ambiente y los recursos naturales con buenas prácticas de manejo.
También queremos informarle a Ud Sr Gobernador que estamos gestionando una Mega Muestra Ganadera Internacional, llamada por Nosotros “Expo Carnes Argentina 2019”, en la que expondremos al mundo, nuestro desarrollo productivo, que es el universo de las Cadenas de la Carne.
Un placer contar con su presencia, y aprovechamos gentilmente invitar a Ud a recorrer este Predio Ferial y que pueda apreciar el desarrollo productivo de Nuestra Región.
Y finalmente, recordar: la Argentina necesita fundar las bases de un desarrollo sustentable, y ello consiste en mantener el respeto de las instituciones y de los derechos, la fuerza de los contratos, la virtud del trabajo, de la honestidad, la equidad incluso en la distribución de los impuestos y la imparcialidad de la justicia.
Con ello vendrá la inversión, y nuestro país, como lo fue antes, saldrá delante de la mano del campo y veremos una Argentina próspera y feliz, que al final de todo, de eso se trata.