El CEO del Grupo Techint aclaró que en los últimos 12 años su empresa obtuvo solo 1% de la inversión del Ministerio de Planificación. Reconoció que su empleado «accedió a una exigencia de un apoyo» para la administración K.
«Yo comparto mucho la visión que nos propone el Presidente de una Argentina más transparente, de una Argentina donde priman las decisiones racionales, una Argentina con una mejor calidad institucional», así se expresó Paolo Roca, titular de Techint, ante un auditorio repleto de dueños de empresas convocados por la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
«Me parece que todo lo que está pasando esta semana con las investigaciones en curso nos expone la diferencia entre el país en el cual estuvimos y en el cual queremos estar»,dijo el empresario y luego del encuentro tuvo que ir a declarar ante la Justicia.
Rocca no eludió el tema de los sobornos cuando dijo: «Techint no participó en el club de obra pública, de ninguna manera. A largo de los últimos 12 años, Techint logró el 1% de toda la inversión estatal… Estuvimos afuera porque no había condiciones para poder participar», enfatizó Rocca.
Sin embargo, afirmó: «Fuimos conscientes de lo que pasaba, sí. Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien, pero no fuimos ni cómplices ni participes».
Donde sí admitió cierta culpabilidad fue con el caso de la empresa Sidor que tenían en Venezuela. Explicó que a partir de 2007 el hostigamiento de Hugo Chávez fue cada vez más fuerte, hasta que decidió la nacionalización de la empresa en abril de 2008. Rocca recordó que el proceso fue «muy complejo, con amenazas, con mucha violencia» y agregó «en esta circunstancia, por lo que entiendo, Luis Betnaza accedió a una exigencia del Gobierno de aquel entonces en un apoyo supuestamente para el compromiso que conllevaba a toda la gente del Ministerio en ese momento«.
De esta manera, Rocca admitió el soborno aunque responsabilizando primariamente a Betnaza dejando la impresión al auditorio de que Techint comenzaba a desprenderse públicamente de unos de sus principales directivos.
Ante la Justicia, Betnaza admitió desembolsos a funcionarios públicos a cambio de favores. Pero negó que hayan sido coimas. El único detenido de Techint en la causa que tramita Claudio Bonadio es Héctor Zabaleta, exdirector de la empresa. Betnaza señaló que los pagos que aparecen en los escritos del chofer de Roberto Baratta corresponden a exigencias del gobierno kirchnerista para interceder ante Hugo Chávez por la estatización de Sidor (Siderúrgica del Orinoco) por el que negociaban una compensación. Afirmó que se trató de cuotas mensuales -probablemente tres- de u$s 100.000 para destrabar el acuerdo.
• Apoyo a Macri
Un claro apoyo al gobierno de Macri fue cuando Rocca invitó a los empresarios a comprender la necesidad de «las rebajas de las retenciones, la reducción parcial de algunos reintegros, o la postergación parcial de algunos aspectos de la reforma fiscal»,explicó ya que «son sacrificios inevitables hoy para poder llegar a tener a mediano plazo un país con menor carga impositiva y un país creciente».
No dejó de llamar la atención que toda la presentación del dueño de Techint fuera referida a la inversión que tiene la empresa Fortín de Piedra (Vaca Muerta). Más de un empresario risueñamente se preguntó si no se le había traspapelado el discurso con el de Alejandro Bulgheroni, un petrolero de décadas. Cabe señalar que Vaca Muerta fue mencionado por casi todos los empresarios como un factor importante para el despegue económico del país.
Pero invertir en Vaca Muerta demanda estabilidad, palabra que fue repetida por todos los disertantes junto con tecnología e infraestructura aunque se sabe que, al menos por un tiempo, las inversiones públicas en infraestructura se verán frenadas. «Por las denuncias, un poco y más por el ajuste fiscal», explican.
Muy pocos de los disertantes aceptaron hablar de la corrupción, Héctor Magnetto, accionista y CEO del Grupo Clarín, prefirió invitar a tener «visión compartida acerca de qué va a producir y venderle al mundo nuestro país, y cómo lo hará competitivamente».
Luis Pagani, CEO de Arcor, se quejó de la mirada de corto plazo que se tiene desde hace 25 años y aseveró que «todos tenemos la obligación de contribuir a bajar ese 30% de pobreza», indicó.
Otro empresario que aportó una cuota de esperanza fue Federico Braun, dueño de los supermercados La Anónima, aunque también tiene negocios frigoríficos. De hecho en su discurso anticipó que es posible exportar 1 millón de toneladas de carne aunque hoy se «exportan 450.000 toneladas de carne».
Bulgheroni puntualizó la escasa vinculación económica que tiene Argentina con el mundo. «Argentina tiene 5 acuerdos comerciales en tanto que Chile 90», con esta cifra se graficó cuanto falta recorrer aún para venderle al mundo.
La voz de los bancos estuvo presente con Enrique Cristofani, titular del Banco Santander Río, quien lógicamente reiteró la falta de ahorro interno aunque aclaró que «hay 25% del PBI de ahorro no invertido para financiar la economía», aseguró.
• Piedras
David Lacroze del grupo que lleva su nombre volvió a poner la actualidad en el tapete cuando dijo: «Aquel que esté libre de pecado, que tire la primera piedra», dijo, para pedir por «una Justicia independiente que separe la paja del trigo», arrancando un de los primeros aplausos.
Luego sin eufemismos dijo que «no podemos ser espectadores» y llamó a no «dejar solos al gobierno y la Justicia» porque a su juicio si «no somos capaces de combatir la corrupción, ella acabará con nosotros».
Lacroze defendió la decisión del Gobierno de «elegir el agro como sector» porque al principio de su mandato hubo una devaluación sin retenciones. Y este sector tendrá el año que viene un área sembrada de cultivos de 40 millones de hectáreas lo que implicaran unos 45 mil millones de dólares.
El tema de los convenios laborales y la robótica fueron también mencionado por alguno de los expositores pero fue el empresario farmacéutico, Sebastián Bago, que sin tapujos afirmó que es necesario «que le vaya mejor a los que trabajan y peor a los perezosos».
El otro problema resaltado por la mayoría de los expositores fue el déficit fiscal. Por ejemplo, Alberto Grimoldi señaló que son 107 años que la Argentina tiene déficit fiscal aunque aportó un poco de esperanza cuando reconoció que es la primera vez que el tema le preocupa a todos los actores de la sociedad.
Las dudas sobre el futuro político y económico del país fueron motivo de breves charlas cuando terminó el encuentro. Coincidieron en que les sorprende como «los propios» son tan explícitos en sus denuncias contra los Kirchner.
También, no dejan de destacar que este desfile de arrepentidos es posible porque el Gobierno «deja hacer a la Justicia».
Finalmente la incertidumbre reina respecto a si el Gobierno podrá sacar adelante al situación económica. «Esperemos que sí», era la frase más escuchada.