Liliana Jara viajó ala ciudad de Vera y en la Unidad Regional XIX reconoció las prendas de vestir como las de Rosalía Jara. Ahora solo resta el ADN.
Familiares de Rosalía reconocieron primero las prendas de ropa (unas zapatillas, una campera y unas llaves) en el lugar del hallazgo y luego su propia madre reconoció las prendas.
De esta manera se acerca, cada vez más, el peor desenlace. Solo falta la realización del ADN a los restos óseos y de esta forma se determinará que se trata del cuerpo de la jóven desaparecida el 1 de julio de 2017.
«Lo que se encontró fue le bozo rosado, una blusa roja que tenía bajo el buso, una zapatilla y las llaves (que estaban dentro del buzo) de la casa de Rosalía», comentó la tía al programa La Grieta TV.