La paritaria entre Educación y los gremios docentes fracasó. Propuso agregar al 15 por ciento unos $456 a cobrar en diciembre y $228 a percibir en enero para el cargo testigo. «Una cifra irrisoria», dijo Conadu.
El conflicto universitario se profundizó ayer con otra reunión paritaria sin avances. Pese a la expectativa que había generado el involucramiento del propio presidente Mauricio Macri en el tema, el gobierno y los gremios del sector agudizaron sus diferencias y sólo acordaron pasar a cuarto intermedio hasta mañana a las 10.
«Nación sólo ofreció cifras en negro irrisorias para diciembre y enero, con lo cual estamos todavía muy lejos de un entendimiento», resumió a LaCapital el titular de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica), Luis Tiscornia.
En concreto, el Ministerio de Educación de la Nación propuso a los gremios una suma remunerativa y no bonificable de $456 a cobrar en diciembre y de $228 a percibir en enero, en ambos casos para el cargo testigo.
«Son montos realmente irrisorios a cobrar recién a fin de año y principios de 2019 en un escenario de altísima inflación, donde el poder adquisitivo del salario docente pierde terreno frente a los precios», cuestionó Tiscornia.
El referente de Conadu Histórica reiteró que la intención de los docentes universitarios es «no perder frente a la inflación. Con lo ofrecido hasta ahora por el gobierno estamos 9 puntos por debajo de la suba del costo de vida, algo inaceptable», consideró.
Además, Tiscornia cuestionó que la cartera educativa haya vuelto a ofrecer «sumas en negro, que no tienen en cuenta la antigüedad y afectan la carrera docente, como ocurrió en los 90. Tras años de lucha lo estamos revirtiendo y ahora volvemos al pasado», se quejó.
Tiscornia contó que en la paritaria de ayer en el Ministerio de Educación los funcionarios nacionales insistieron que están haciendo «el máximo esfuerzo» en un escenario de restricción fiscal.
«Para empezar —apuntó—les dijimos que ese esfuerzo debían haberlo hecho en febrero, no ahora, con el año avanzado y un conflicto de los más largos en la historia universitaria del país».
Al mismo tiempo el secretario general de Conadu histórica fue al fondo de la discusión: «La inflación oficial hasta julio ya acumula un 19.6 por ciento y lejos de retroceder se ha intensificado en agosto. Y ellos sostienen el 15 por ciento de aumento salarial y le agregan sumas en negro irrisorias. Pretenden que el ajuste lo pague la educación pública», disparó.
La oferta de ayer fue rechazada de inmediato por los gremios. «Sería una falta de respeto someterla a discusión en asambleas y a votación en cada gremio de base», explicó Tiscornia.
Apenas se acordó pasar a cuarto intermedio hasta mañana a las 10 en la cartera educativa. «Esperemos que allí lleven una propuesta realmente superadora, sino habrá rechazo y profundización del plan de lucha», avisó.
Ilusión y decepción
Tiscornia admitió que la docencia universitaria se había ilusionado con un cambio de escenario a partir de la reunión que encabezó el propio presidente el martes en la Casa Rosada con una veintena de rectores de universidades públicas del país.
«De aquella reunión trascendió que el gobierno iba a hacer el máximo esfuerzo y que el 15 por ciento de techo quedaba eliminado, pero en la paritaria casi no hubo cambios en la oferta de fondo y estamos todavía muy lejos de un acuerdo», indicó.
En la reunión de ayer se habló de implementar una cláusula de revisión para evitar que la inflación supere al aumento paritario. «El tema es que esa discusión es a futuro. Todavía no acordamos el porcentaje a otorgar para compensar el aumento del costo de vida acumulado en lo que va del año», aclaró Tiscornia.
En ese marco, el líder de la Conadu Histórica vaticinó que seguirá el paro con «altísimo acatamiento en todo el país», como ocurre en las doce facultades y las tres escuelas dependientes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
También proyectó una movilización «multitudinaria» para el hoy en la ciudad de Buenos Aires, tras la masiva marcha de ayer en Rosario (ver página 4).
«Creemos que vamos a asistir a la marcha más masiva en defensa de la educación pública desde el regreso de la democracia. Y eso que tuvimos marchas masivas contra el menemismo y la Alianza, pero esta crisis es gravísima. Ojalá el gobierno tome nota», cerró.