Entre las principales razones se encuentran la sequía que afectó al sector agrícola, la suba de las tasas de interés que limitó y encareció el crédito, y la crisis cambiaria que frenó las decisiones de compra.
El año se presenta muy complicado para el sector de maquinaria agícola y los contratistas rurales. Ellos son los responsables entre el 60% y el 70% del componente de labores de la producción de granos, y su trabajo consiste en la prestación de servicios agrícolas a terceros, como son los trabajos de siembra, protección de cultivos y cosecha, entre otros.
Son los principales inversores en maquinaria e implementos para el agro
En este sentido, el último informe del INDEC mostró que los niveles de ventas de maquinaria agrícola en el segundo trimestre tuvieron una fuerte caída. De hecho el rubro en el que más cayeron las ventas con respecto al segundo trimestre de 2017 fue el de cosechadoras, con un desplome del 52%.
Ante este escenario, los analistas Marcos Cohen Arazi y Fernando Kühnntre detallaron que las principales razones de la merma en las ventas se encuentran en el impacto de la sequía que afectó al sector agrícola, la suba de las tasas de interés que limitó y encareció el crédito, como también la crisis cambiaria que frenó las decisiones de compra, generando algunos cambios de precios relativos.
Para conocer más detalles de la situación, Infobae consultó a Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (FACMA). Con gran preocupación señaló: «Está todo en contra nuestro, porque el 2017 fue un año de gran inversión en maquinaria agrícola, el contratista se endeudó mucho en dólares porque hoy las cuotas en dólares con este tipo de cambio se ha puesto muy difícil, sumado a la merma de cosecha y el poco rendimiento, todo eso nos priva para seguir invirtiendo», y reflexionó: «El tiempo no se detiene, y hay que aumentar la capacidad de trabajo para ser bien competitivo».
En este sentido señaló que: «La inversión en maquinaria agrícola cayó entre un 25% y un 30%. En este momento la compra de cosechadoras está parada, si hay algo que se ha adquirido son sembradoras por el auge que tuvo la cosecha fina, ya que hemos tenido un muy buen trabajo en siembra». Por otro lado, no sólo cayó la inversión sino que también la actividad del contratista este año disminuyó entre un 10% y 15%.
Financiamiento
Scoppa lamenta mucho la situación que están atravesando y es consciente de que no son los únicos. Se refirió al entusiasmo de muchos contratistas jóvenes que querían invertir, y en este sentido, resaltó que: «No hay líneas de crédito muy favorables para el sector de la maquinaria agrícola».
En la misma línea, indicó que desde FACMA están trabajando para pedir créditos a tasas subsidiadas, y subrayó que hay cierta predisposición de refinanciamiento por parte de las concesionarias, aunque lo ve difícil.
Por otro lado, el presidente de la Federación, destacó: «La amortización de la maquinaria es un 20% de nuestros costos, en este momento la estamos perdiendo totalmente, en algunos casos se pierde más de la amortización, y así uno se descapitaliza».
Los contratistas tienen costos de mantenimiento, empleados, combustible, reposición, y sumado a ello, este año como cayó la demanda de maquinaria trabajaron menos, excepto en algunas zonas puntuales. «Sabemos que a nivel país, hay un 30% del territorio que le ha ido bien, pero un 70% que ha sido perjudicado, y al que le tocó una zona buena es muy probable que haya podido cobrar en tiempo y forma», analizó Scoppa.
En resumen, destacó: «Todos nuestros socios han parado la inversión y estamos a la espera de una línea de créditos en dólares, pero hay que tomarlo con pinzas». Además, cabe mencionar que el Banco Nación lanzó una línea de financiamiento a siete años en dólares, con tasa cero para la adquisición de maquinaria agrícola, lo cual se presenta como una alternativa muy atractiva para los contratistas.
Para tomar dimensión de cuánto se necesita trabajar o de qué capital disponer para pagar una nueva maquinaria agrícola, Scoppa graficó: «Según nuestros cálculos, se requieren equipos de tres cosechadoras, no menos de eso, para amortizar una».
Actualmente el precio de una cosechadora oscila entre USD 500.000 y USD 700.000 y pagarla en cinco años en un contexto económico tan volátil para el contratista resulta muy difícil. El titular de FACMA remarcó una y otra vez que «hay que disponer de tres a ocho cosechadoras, hay muchos socios nuestros que la tienen, y les resulta más fácil ir renovándolas».
