El presidente reconoció que el país está pasando un momento difícil, por lo que volvió a culpar al pasado gobierno. Prometió «volver a crecer».
Pese a reconocer que el país atraviesa «un momento difícil», el presidente Mauricio Macri confió ayer que «a partir de acá vamos a ir bajando lentamente la inflación». Además,consideró que se está «recorriendo el camino correcto», que significa «decirnos la verdad, apostar a la transparencia, al trabajo en equipo, a poner el Estado al servicio de la gente y a vincularnos con el mundo».
«Tenemos que ser un país normal, con inflación de un dígito, donde el Estado cobre menos impuestos, se banque con los que cobra, y no nos haga vivir de prestado», añadió el presidente en una entrevista radial.
Del mismo modo, destacó la importancia de que tanto las provincias como los municipios transparenten sus gestiones y suban los datos a Internet para que la gente tenga acceso a toda la información pública.
«Necesitamos una política al servicio de la gente, que rinda cuentas, que sepa que la prioridad es generar trabajo privado de calidad» en cada uno de los distritos para generar arraigo y evitar que los jóvenes emigren hacia otros destinos.
En cuanto al nivel de inversiones, Macri remarcó que 2017 fue un «récord» comparado con la década anterior, «especialmente en energía, en agro, en minería y en turismo».
Macri remarcó la importancia de que la Argentina siga desarrollándose «como un país verdaderamente federal, para que la gente venga, comercie, intercambie con cada rincón del país».
El presidente no perdió la oportunidad para echarle la culpa de los males presentes al pasado gobierno al sostener que «heredamos un país fundido, sin energía, sin reservas en el Banco Central, sin relaciones con el mundo». En contraposición, dijo que ahora «tenemos un país que sabe hacia dónde va, que tiene relaciones con el mundo como nunca antes, que se está recuperando y empieza a tener energía propia, con la cual vamos a poder crecer».
En esa línea, se entusiasmó: «Empezamos a tener un orden en las cuentas públicas, que va a permitir que el sector privado, el pequeño emprendedor, que es el que nos va a sacar adelante, acceda a un crédito, crezca».
Más promesas
El presidente señaló que es momento de seguir avanzando en obras de infraestructura en todo el país «al precio más bajo posible», y agregó: «Tienen que ser sinónimo de alegría, de futuro de cambio, nunca más de algo espurio, de afano, porque los buenos gobiernos son los que más obras hacen», puntualizó.
En ese sentido aseguró: «Vamos con mucho entusiasmo y espero que todos sigamos convencidos, porque ya hemos hecho mucho en estos dos años y medio y falta mucho más todavía».
Ante una pregunta respecto de las perspectivas macroeconómicas, Macri señaló que la baja durante los últimos días del índice «riesgo país» facilita el acceso al financiamiento de las empresas, la compra de equipos y otros proyectos tendientes a aumentar la producción.
Dijo que la Argentina está en proceso de lograr el equilibrio y revertir el «déficit fiscal enorme» que soporta desde hace 70 años en que «el Estado gasta más de lo que tiene» y «vive de prestado».
Subrayó que esa situación se «agravó mucho en la década del gobierno anterior» cuando «ellos aumentaron el gasto público muchísimo» sin que se haya «mejor infraestructura y obras».
«Lo contrario porque nos quedamos sin energía», resaltó.
Señaló que esa situación se agravó por cuanto la Argentina «tiene un sistema financiero muy chiquito», a diferencia de otros países emergentes que pudieron sobrellevar con más facilidad los vaivenes de la situación económica internacional.